Publicada inicialmente con seudónimo en 1950, La mujer desnuda causó un escándalo sin precedentes en el ámbito de la literatura uruguaya, no sólo por su audaz contenido sexual sino además por el misterio de la identidad del autor. La obra llegó al gran público recién en 1966, cuando Armonía Somers ya había publicado dos colecciones de cuentos, así como su segunda novela, De miedo en miedo. Escritora de inusual intensidad, su obra ha sido emparentada con la de los grandes narradores uruguayos del siglo XX, Juan Carlos Onetti. Felisberto Hernández y Mario Levrero, y con autoras como Clarice Lispector y Marosa di Giorgio.

“Todo es insólito, ajeno, desconcertante, repulsivo y a la vez increíblemente fascinante en la obra narrativa más inusual que ha conocido la historia de nuestra literatura: los libros de Armonía Somers.”

Ángel Rama, Marcha, Montevideo, 1963

“Su obra ocupa un sitio más que marginal único. Sólo se la puede asociar, aun en ese entorno tan poco preciso de la literatura femenina, a islas o continentes orgullosamente idiosincráticos: los relatos de Clarice Lispector o de Djuna Barnes, o algunos de los textos de Marguerite Duras.”

Elvio E. Gandolfo, Clarín, 1986

 

La mujer desnuda - Armonía Somers

$21.500
La mujer desnuda - Armonía Somers $21.500

Publicada inicialmente con seudónimo en 1950, La mujer desnuda causó un escándalo sin precedentes en el ámbito de la literatura uruguaya, no sólo por su audaz contenido sexual sino además por el misterio de la identidad del autor. La obra llegó al gran público recién en 1966, cuando Armonía Somers ya había publicado dos colecciones de cuentos, así como su segunda novela, De miedo en miedo. Escritora de inusual intensidad, su obra ha sido emparentada con la de los grandes narradores uruguayos del siglo XX, Juan Carlos Onetti. Felisberto Hernández y Mario Levrero, y con autoras como Clarice Lispector y Marosa di Giorgio.

“Todo es insólito, ajeno, desconcertante, repulsivo y a la vez increíblemente fascinante en la obra narrativa más inusual que ha conocido la historia de nuestra literatura: los libros de Armonía Somers.”

Ángel Rama, Marcha, Montevideo, 1963

“Su obra ocupa un sitio más que marginal único. Sólo se la puede asociar, aun en ese entorno tan poco preciso de la literatura femenina, a islas o continentes orgullosamente idiosincráticos: los relatos de Clarice Lispector o de Djuna Barnes, o algunos de los textos de Marguerite Duras.”

Elvio E. Gandolfo, Clarín, 1986