«El escribano abrió una nueva botella, volvió a servir y los tres bebieron en silencio (Carlutti, en realidad, apenas se mojaba los labios: tenía que manejar). En la parrilla crepitaba un rescoldo y la brisa de la madrugada formaba olitas en el agua de la pileta. Cuando esa tercera botella promediaba el dueño de casa habló:-Me pregunto a quién habremos matado… -dijo con expresión melancólica.-En los bolsos debían estar los documentos de las chicas -se defendió Carlutti-. Pero los quemamos en la fogata…Alrededor de las cinco de la mañana se terminó el whisky. El Dr. Tapalqué entonces batió palmas, se puso de pie y acompañó a sus huéspedes hasta los vestuarios, donde se sacaron las mallas y se vistieron con su ropa de calle. Pareja, que durante la operación evitó mirar a Carlutti, salió enseguida».

 

Carlutti y pareja - Ricardo Strafacce

$19.800
Carlutti y pareja - Ricardo Strafacce $19.800

«El escribano abrió una nueva botella, volvió a servir y los tres bebieron en silencio (Carlutti, en realidad, apenas se mojaba los labios: tenía que manejar). En la parrilla crepitaba un rescoldo y la brisa de la madrugada formaba olitas en el agua de la pileta. Cuando esa tercera botella promediaba el dueño de casa habló:-Me pregunto a quién habremos matado… -dijo con expresión melancólica.-En los bolsos debían estar los documentos de las chicas -se defendió Carlutti-. Pero los quemamos en la fogata…Alrededor de las cinco de la mañana se terminó el whisky. El Dr. Tapalqué entonces batió palmas, se puso de pie y acompañó a sus huéspedes hasta los vestuarios, donde se sacaron las mallas y se vistieron con su ropa de calle. Pareja, que durante la operación evitó mirar a Carlutti, salió enseguida».