Jean-Joseph Rabéarivelo, perteneciente a lo que más tarde se llamará la trilogía malgache (junto con los poetas Rabemananjara y Ranaivo), es incontestablemente el padre de los escritores malgaches. Es asimismo uno de los maestros que ha dado a la literatura africana subsahariana francófona sus títulos de nobleza. La obra de Rabéarivelo, como lo dirá Alain Rouch y Gérard Clavreuil, comporta dos partes muy distintas: la primera comprende los tres primeros volúmenes de poemas y tiene la influencia indiscutible del clasicismo francés impregnado de romanticismo; la segunda se consolida con Presque songes; en donde uno puede notar la influencia del surrealismo que termina de manifestarse en toda su amplitud en Traduit de la nuit: el verso libre domina, a pesar de algunas torpezas aquí o allá, el vocablo arde en su tinta, libre de la influencia de los parnasianos y simbolistas franceses. En Traido de la noche el poeta se aparta de las influencias europeas, pero también de sus orígenes indonesios y comienza a evocar al Negro y al esclavo, habiendo comprendido tempranamente que el destino de la isla era participar del destino de África. 

Traído de la noche - Jean-joseph Rabéarivelo

$9.000
Traído de la noche - Jean-joseph Rabéarivelo $9.000

Jean-Joseph Rabéarivelo, perteneciente a lo que más tarde se llamará la trilogía malgache (junto con los poetas Rabemananjara y Ranaivo), es incontestablemente el padre de los escritores malgaches. Es asimismo uno de los maestros que ha dado a la literatura africana subsahariana francófona sus títulos de nobleza. La obra de Rabéarivelo, como lo dirá Alain Rouch y Gérard Clavreuil, comporta dos partes muy distintas: la primera comprende los tres primeros volúmenes de poemas y tiene la influencia indiscutible del clasicismo francés impregnado de romanticismo; la segunda se consolida con Presque songes; en donde uno puede notar la influencia del surrealismo que termina de manifestarse en toda su amplitud en Traduit de la nuit: el verso libre domina, a pesar de algunas torpezas aquí o allá, el vocablo arde en su tinta, libre de la influencia de los parnasianos y simbolistas franceses. En Traido de la noche el poeta se aparta de las influencias europeas, pero también de sus orígenes indonesios y comienza a evocar al Negro y al esclavo, habiendo comprendido tempranamente que el destino de la isla era participar del destino de África.