La “tierra ganada al río” tiene eso: luce firme, luce estable, luce sólida; pero es tierra ganada al río y hay en ella, por lo tanto, un sustrato inexorable de blandura y fragilidad. Tiene el aspecto de la tierra firme, pero en el fondo no lo es: es endeble, es vacilante. Ese suelo es el que pisa Alejandro, la base que Fernando Bogado concedió a su personaje. Sus dilemas, sus vicisitudes, se disponen en formatos en principio reconocibles: salir de viaje, irse lejos en procura de experiencias, desprenderse de todo y lanzarse a la aventura, para “iniciar una nueva vida”. No importa que estos afanes lo lleven a Necochea o lo lleven a Belo Horizonte: la “tierra ganada al río” del comienzo define su historia entera, lo que hace o se propone hacer, bajo un principio de inconsistencia en el que nada alcanzará a afirmarse del todo.

 
 

Tierra ganada al río - Fernando Bogado

$22.500
Tierra ganada al río - Fernando Bogado $22.500

La “tierra ganada al río” tiene eso: luce firme, luce estable, luce sólida; pero es tierra ganada al río y hay en ella, por lo tanto, un sustrato inexorable de blandura y fragilidad. Tiene el aspecto de la tierra firme, pero en el fondo no lo es: es endeble, es vacilante. Ese suelo es el que pisa Alejandro, la base que Fernando Bogado concedió a su personaje. Sus dilemas, sus vicisitudes, se disponen en formatos en principio reconocibles: salir de viaje, irse lejos en procura de experiencias, desprenderse de todo y lanzarse a la aventura, para “iniciar una nueva vida”. No importa que estos afanes lo lleven a Necochea o lo lleven a Belo Horizonte: la “tierra ganada al río” del comienzo define su historia entera, lo que hace o se propone hacer, bajo un principio de inconsistencia en el que nada alcanzará a afirmarse del todo.