Una ruptura en el espacio-tiempo corta en pedazos el territorio por el que transitan los personajes de estas historias. La realidad nunca ha sido más esquiva y engañosa. Y tras el derrumbe de los muros de la vigilia, sobreviene eld espertar de los monstruos, una pesadilla ciega: un escritor que teclea frenéticamente una novela para conjurar el caos, un hombre que asiste a su propia muerte, cautivo de una espeluznante paradoja temporal; personas que desaparecen sin dejar rastro, abducidas por un ente intangible, aunque demasiado plagado de referencias locales como para no resultar terrorífico. 

Con una prosa intensa, veloz, por momentos cercana a la dureza del policial, otros a la poesía del subsuelo, Kike Ferrari logra cartografiar un mundo aparentemente sin puntos ardinales, sin mapas, un mundo incomprensible y hostil, tal vez fantástico, pero cuyo enorme potencial metafórico explora e ilumina la realidad social y política. 

Las historias de Territorios sin cartografiar son espejos distorsionados en los que se reflejan con dolor y lucidez la alienación urbana, las estructuras de poder y dominación, el miedo y las fobias contemporáneas. Ferrari, sin duda, sabe cómo poner a volar la imaginación, pero con los pies bien firmes en el suelo. 

Ariadna Castellarnau

Territorios sin cartografiar - Kike Ferrari

$15.000
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Territorios sin cartografiar - Kike Ferrari $15.000

Una ruptura en el espacio-tiempo corta en pedazos el territorio por el que transitan los personajes de estas historias. La realidad nunca ha sido más esquiva y engañosa. Y tras el derrumbe de los muros de la vigilia, sobreviene eld espertar de los monstruos, una pesadilla ciega: un escritor que teclea frenéticamente una novela para conjurar el caos, un hombre que asiste a su propia muerte, cautivo de una espeluznante paradoja temporal; personas que desaparecen sin dejar rastro, abducidas por un ente intangible, aunque demasiado plagado de referencias locales como para no resultar terrorífico. 

Con una prosa intensa, veloz, por momentos cercana a la dureza del policial, otros a la poesía del subsuelo, Kike Ferrari logra cartografiar un mundo aparentemente sin puntos ardinales, sin mapas, un mundo incomprensible y hostil, tal vez fantástico, pero cuyo enorme potencial metafórico explora e ilumina la realidad social y política. 

Las historias de Territorios sin cartografiar son espejos distorsionados en los que se reflejan con dolor y lucidez la alienación urbana, las estructuras de poder y dominación, el miedo y las fobias contemporáneas. Ferrari, sin duda, sabe cómo poner a volar la imaginación, pero con los pies bien firmes en el suelo. 

Ariadna Castellarnau