En 2010, Jorgelina Marcos viajó a Angola, África, para cumplir el sueño de trabajar en aquel rincón del planeta con los chicos y comunidades menos favorecidas. Lo hizo animada por su paso y su trabajo en la Obra de Don Bosco.
Tambula refleja y condensa la mirada y los recuerdos de aquella experiencia.
Cada capítulo describe de una manera concreta, personal, vital, situaciones de esa época, a veces con ropa de anécdota, con humor, o de recuerdo doloroso por tanto rastro de guerras y de sus secuelas en la gente, siempre con honestidad y profundidad.
Las ilustraciones en el interior del libro fueron realizadas por amigos y familiares de Jorgelina, como una manera de compartir con ella la mirada y recuerdo de su experiencia.