Edición del texto y notas de Héctor A. Piccoli.

Cuidado del volumen y prólogo de Julia Sabena.

Incluye selección de los comentarios de García Salcedo Coronel.

Las Soledades no sólo constituyen la obra central de la producción gongorina sino que representan, además, la cumbre de la poesía lírica española, a pesar de haber sufrido una injusta condena secular por ser cuerpo de difícil lectura. No obstante su intrincada sintaxis, el empleo de numerosos cultismo y sus alusiones recónditas, Dámaso Alonso sostiene que la mayoría de las dificultades son vencibles para quien penetre en su lectura con la debida preparación. Es por esto que presentamos al lector una prolija edición del poema –revisado y anotado por Héctor A. Piccoli–, enriquecida, además, por la presencia irreductible de los comentarios de García Salcedo Coronel, contemporáneo de Góngora. De esta confluencia de voces resulta un interesante y complejo modo de abordar el texto gongorino.

 

Luis de Góngora y Argote. Fue breve, habiendo nacido jueves 11 de julio de 1561 y muerto lunes 24 de mayo de 1627. Que sesenta y cinco años, diez meses y trece días brevísimo período fue a nuestro esplendor del más lucido y vehemente ingenio que ha producido nuestra nación, no gozado; que hombres tan grandes en ninguna profesión los sabe gozar, a estimarlos a lo menos no acierta. Su sangre fue nobilísima de un padre y otro. Su padre don Francisco de Argote, corregidor desta villa y muchas ciudades, padre de don Luis de Góngora. Su madre doña Leonor de Góngora, igual en la dicha del linaje y la sucesión a su marido, madre de don Luis de Góngora. Éste fue el mayor lugar que alcanzaron de la fortuna: el que no pudo quitar la naturaleza.

Nacido en Córdoba, honrada porfía de pueblo y feliz a ser, en todos siglos y entre tanta nobleza, patria de los mayores ingenios de su nación: quizá digo del mundo en esto. Pasó los años infantes hasta quince con el decoro y cuidado que pedía la educación de su sangre, advertida de las esperanzas mayores que con el sol de la razón comenzaron a amanecer en sus menores años. Desta edad le enviaron sus padres a Salamanca, madre príncipe de las ciencias todas, numeroso seminario, examen y taller de los jóvenes genios e ingenios de España. Entre todos se hizo conocer por singular don Luis; mirado y admirado por Saúl de los ingenios, de los hombros arriba mayor que todos […]. Se entregó todo a las musas: festivas ellas en aquellos años dulces y peligrosos, le dieron a beber –desatadas las gracias en los números– tanta sal que pasó el sabor sazonado a ardor picante.

A.A.L.S.M.P. Vida y escritos de don Luis de Góngora.

 

 

Soledades - Luis de Góngora y Argote

$15.000
Soledades - Luis de Góngora y Argote $15.000

Edición del texto y notas de Héctor A. Piccoli.

Cuidado del volumen y prólogo de Julia Sabena.

Incluye selección de los comentarios de García Salcedo Coronel.

Las Soledades no sólo constituyen la obra central de la producción gongorina sino que representan, además, la cumbre de la poesía lírica española, a pesar de haber sufrido una injusta condena secular por ser cuerpo de difícil lectura. No obstante su intrincada sintaxis, el empleo de numerosos cultismo y sus alusiones recónditas, Dámaso Alonso sostiene que la mayoría de las dificultades son vencibles para quien penetre en su lectura con la debida preparación. Es por esto que presentamos al lector una prolija edición del poema –revisado y anotado por Héctor A. Piccoli–, enriquecida, además, por la presencia irreductible de los comentarios de García Salcedo Coronel, contemporáneo de Góngora. De esta confluencia de voces resulta un interesante y complejo modo de abordar el texto gongorino.

 

Luis de Góngora y Argote. Fue breve, habiendo nacido jueves 11 de julio de 1561 y muerto lunes 24 de mayo de 1627. Que sesenta y cinco años, diez meses y trece días brevísimo período fue a nuestro esplendor del más lucido y vehemente ingenio que ha producido nuestra nación, no gozado; que hombres tan grandes en ninguna profesión los sabe gozar, a estimarlos a lo menos no acierta. Su sangre fue nobilísima de un padre y otro. Su padre don Francisco de Argote, corregidor desta villa y muchas ciudades, padre de don Luis de Góngora. Su madre doña Leonor de Góngora, igual en la dicha del linaje y la sucesión a su marido, madre de don Luis de Góngora. Éste fue el mayor lugar que alcanzaron de la fortuna: el que no pudo quitar la naturaleza.

Nacido en Córdoba, honrada porfía de pueblo y feliz a ser, en todos siglos y entre tanta nobleza, patria de los mayores ingenios de su nación: quizá digo del mundo en esto. Pasó los años infantes hasta quince con el decoro y cuidado que pedía la educación de su sangre, advertida de las esperanzas mayores que con el sol de la razón comenzaron a amanecer en sus menores años. Desta edad le enviaron sus padres a Salamanca, madre príncipe de las ciencias todas, numeroso seminario, examen y taller de los jóvenes genios e ingenios de España. Entre todos se hizo conocer por singular don Luis; mirado y admirado por Saúl de los ingenios, de los hombros arriba mayor que todos […]. Se entregó todo a las musas: festivas ellas en aquellos años dulces y peligrosos, le dieron a beber –desatadas las gracias en los números– tanta sal que pasó el sabor sazonado a ardor picante.

A.A.L.S.M.P. Vida y escritos de don Luis de Góngora.