De Marta Dillon La vida y la escritura están hechas de detalles, esos que se imprimen en la memoria tal vez sólo para ser narrados, para distinguir una historia como una huella digital entre el mar de historias con las que estamos entrelazades. Silvia bucea esos detalles como a tesoros que es necesario lustrar para que brillen. Y así, una madre es una Madre y una madre. Una hermana desaparecida es también la hermana caprichosa, la que saca ventaja, la que va detrás de lo que desea, de lo que sueña no sólo para ella. En este camino de reparación que es Montaje, la voz de Silvia, la material, la que modula con esfuerzo a causa de las cirugías que buscaron erradicar un cáncer agresivo trocó en una voz escrita, potente, un grito de guerra dice ella, que sobre todo un grito vital, capaz de decir lo que no debía ser dicho, capaz de pelearle belleza al peor de los momentos.