Carlos Eduardo Saltzmann nació en 1931 en la ciudad de Rosario, y se considera un hombre afortunado.
Tuvo una familia de origen culta, criteriosa y protectora, y desde los seis años el barrio Alberdi de los “campitos” y las barrancas le regaló el maravilloso Paraná y sus islas, y el beneficio invalorable de la escuela de Olga y Leticia Cossettini y de las maestras que ellas formaron. Con las Sierras de Córdoba penetró en otro mundo seductor y compartió sus dones con compañeros y compañeras inolvidables.
Tras un año de estudios de derecho en Santa Fe, se hizo parte, para siempre, de la Facultad de Filosofía y Letras, cuando ella todavía funcionaba en el edificio del Colegio Nacional N° 1, a media cuadra del Parque Urquiza.
Nunca abandonó ese marco y, aunque estudió y trabajó en muchos lugares de su país y del extranjero, fueron Rosario y Cañada de Gómez aquellos donde más enseñó y aprendió.
Tiene cinco hijas con las que mantiene un estrecho contacto, numerosos exalumnos y exalumnas con quienes son placenteros los eventuales encuentros y otros amigos muy próximos.

Mi vida imprevisible - Eddi Saltzmann

$17.000
Mi vida imprevisible - Eddi Saltzmann $17.000

Carlos Eduardo Saltzmann nació en 1931 en la ciudad de Rosario, y se considera un hombre afortunado.
Tuvo una familia de origen culta, criteriosa y protectora, y desde los seis años el barrio Alberdi de los “campitos” y las barrancas le regaló el maravilloso Paraná y sus islas, y el beneficio invalorable de la escuela de Olga y Leticia Cossettini y de las maestras que ellas formaron. Con las Sierras de Córdoba penetró en otro mundo seductor y compartió sus dones con compañeros y compañeras inolvidables.
Tras un año de estudios de derecho en Santa Fe, se hizo parte, para siempre, de la Facultad de Filosofía y Letras, cuando ella todavía funcionaba en el edificio del Colegio Nacional N° 1, a media cuadra del Parque Urquiza.
Nunca abandonó ese marco y, aunque estudió y trabajó en muchos lugares de su país y del extranjero, fueron Rosario y Cañada de Gómez aquellos donde más enseñó y aprendió.
Tiene cinco hijas con las que mantiene un estrecho contacto, numerosos exalumnos y exalumnas con quienes son placenteros los eventuales encuentros y otros amigos muy próximos.