Este es uno de esos libros que te calan los huesos. Disfrutás de su escritura impecable. Y sabés lo real que es cada paso que dan los protagonistas por el puerto, por las plazas. Con la naturalidad de una ronda de mate, el autor te muestra la vida que hay al lado de tu vida. Te cuenta cómo salen a la calle, al mundo, Pedro y Pablo. Los Murciélagos son chicos, como ratas con alas. Unos grossos. Hasta podría ser nuestra historia. La lucha por la vida, superar el miedo, defendernos, amar.

Te emociona la observación de los detalles, las miradas cómplices, cada moneda, cada sonrisa, Hay cosas que te duelen y otras que te conmueven. Te lleva mucho más allá que el hambre y el frío. Llegás a vivir la soledad de esas almas que humanizan la ciudad. Ahí donde no se sabe si vas a sobrevivir un día más. Donde la única bandera es la libertad del ser humano, y lo que cuesta cuidarla.

No quedás igual al leer Los Murciélagos. Ellos, Marta, Estela, la madre, Sibila, aparecen y se quedan en tu memoria, con una sensación de esperanza dentro de la crudeza. Es que gana la vida. Y la libertad.

Los murciélagos - Leonardo Pitlevnik

$12.000
Los murciélagos - Leonardo Pitlevnik $12.000

Este es uno de esos libros que te calan los huesos. Disfrutás de su escritura impecable. Y sabés lo real que es cada paso que dan los protagonistas por el puerto, por las plazas. Con la naturalidad de una ronda de mate, el autor te muestra la vida que hay al lado de tu vida. Te cuenta cómo salen a la calle, al mundo, Pedro y Pablo. Los Murciélagos son chicos, como ratas con alas. Unos grossos. Hasta podría ser nuestra historia. La lucha por la vida, superar el miedo, defendernos, amar.

Te emociona la observación de los detalles, las miradas cómplices, cada moneda, cada sonrisa, Hay cosas que te duelen y otras que te conmueven. Te lleva mucho más allá que el hambre y el frío. Llegás a vivir la soledad de esas almas que humanizan la ciudad. Ahí donde no se sabe si vas a sobrevivir un día más. Donde la única bandera es la libertad del ser humano, y lo que cuesta cuidarla.

No quedás igual al leer Los Murciélagos. Ellos, Marta, Estela, la madre, Sibila, aparecen y se quedan en tu memoria, con una sensación de esperanza dentro de la crudeza. Es que gana la vida. Y la libertad.