Los Diarios de Adán y Eva (libro publicado por primera vez en 1904) son presentados por Twain como una traducción de unos manuscritos originales. Se trata de una recreación del mito del Génesis de La Biblia, en la que leemos los diarios íntimos de los primeros seres humanos creados por Dios para habitar este mundo. En el Jardín del Edén, ubicado por Twain junto a las Cataratas del Niágara, conocemos, a través de sus anotaciones, a un Adán por momentos ofuscado y por momentos maravillado ante el descubrimiento de las cosas de la vida, entre las que se encuentra la criatura de pelo largo a la que luego identificará como Eva. Ella, hacendosa y creativa, se encargará de bautizar a los animales y de descubrir la magia del fuego, entre muchas otras cosas, y más tarde de criar a Caín y Abel, quienes antes de recibir sus nombres y ser reconocidos como hijos son visto como extrañas criaturas de patas cortas y andar lento. Así, con su típico humor sarcástico y con una mirada incisiva sobre las debilidades del hombre y de la mujer, Mark Twain reconstruye en este breve y entrañable libro la primera historia de amor de la raza humana.

Los diarios de Adán y Eva - Mark Twain

$14.500
Los diarios de Adán y Eva - Mark Twain $14.500

Los Diarios de Adán y Eva (libro publicado por primera vez en 1904) son presentados por Twain como una traducción de unos manuscritos originales. Se trata de una recreación del mito del Génesis de La Biblia, en la que leemos los diarios íntimos de los primeros seres humanos creados por Dios para habitar este mundo. En el Jardín del Edén, ubicado por Twain junto a las Cataratas del Niágara, conocemos, a través de sus anotaciones, a un Adán por momentos ofuscado y por momentos maravillado ante el descubrimiento de las cosas de la vida, entre las que se encuentra la criatura de pelo largo a la que luego identificará como Eva. Ella, hacendosa y creativa, se encargará de bautizar a los animales y de descubrir la magia del fuego, entre muchas otras cosas, y más tarde de criar a Caín y Abel, quienes antes de recibir sus nombres y ser reconocidos como hijos son visto como extrañas criaturas de patas cortas y andar lento. Así, con su típico humor sarcástico y con una mirada incisiva sobre las debilidades del hombre y de la mujer, Mark Twain reconstruye en este breve y entrañable libro la primera historia de amor de la raza humana.