Este es el libro que me hubiera encantado leer en mi despertar lesbiano.


Decididamente. Una fuerte dosis de mundo torta, con todos los fragmentos de erotismo y drama que puedas imaginar, y también con todas las pinceladas de cotidianeidad y ternura que hacen falta. Una referencia así, hace diez años atrás, me hubiera significado la satisfacción de una fuerte necesidad de información y de un deseo en ebullición en busca de un cauce posible.
Sin embargo, al leer Lesbogamia ahora, con mi lesbianismo afianzado por años de insistente práctica tijereta, encuentro que en cada uno de los relatos hay algo que me resulta
inevitablemente propio. Es como si se tratara de un archivo colectivo de prácticas tortilleras, un registro ficcional de todas esas experiencias que nos han sido comunes, y que si usted, queridx lector, resultara ser de hecho una lesbiana, seguramente se sentirá también de esta manera.
En el caso de que usted no lo sea (una lesbiana, torta, tortillera, camiona, lela, chonga, maricona, desviada), le propongo se embarque en esta lectura con la disposición de adentrarse en nuestra intimidad hasta compartirla con nosotrxs como si le fuera propia. Y le advierto: le espera un gran disfrute. No es casual que el universo lésbico aquí desplegado sea producto del trabajo de una lesbiana que ha insistido tanto en profundizar su práctica escritural como en adentrarse en los cuerpos de sus amantes.

Lesbogamia - Ika Fonseca Ripoll

$21.000
Lesbogamia - Ika Fonseca Ripoll $21.000

Este es el libro que me hubiera encantado leer en mi despertar lesbiano.


Decididamente. Una fuerte dosis de mundo torta, con todos los fragmentos de erotismo y drama que puedas imaginar, y también con todas las pinceladas de cotidianeidad y ternura que hacen falta. Una referencia así, hace diez años atrás, me hubiera significado la satisfacción de una fuerte necesidad de información y de un deseo en ebullición en busca de un cauce posible.
Sin embargo, al leer Lesbogamia ahora, con mi lesbianismo afianzado por años de insistente práctica tijereta, encuentro que en cada uno de los relatos hay algo que me resulta
inevitablemente propio. Es como si se tratara de un archivo colectivo de prácticas tortilleras, un registro ficcional de todas esas experiencias que nos han sido comunes, y que si usted, queridx lector, resultara ser de hecho una lesbiana, seguramente se sentirá también de esta manera.
En el caso de que usted no lo sea (una lesbiana, torta, tortillera, camiona, lela, chonga, maricona, desviada), le propongo se embarque en esta lectura con la disposición de adentrarse en nuestra intimidad hasta compartirla con nosotrxs como si le fuera propia. Y le advierto: le espera un gran disfrute. No es casual que el universo lésbico aquí desplegado sea producto del trabajo de una lesbiana que ha insistido tanto en profundizar su práctica escritural como en adentrarse en los cuerpos de sus amantes.