El oficio de traducir y las dificultades hilarantes de un escritor.

Puesto a la tarea de versionar al castellano el tríptico de Samuel Beckett integrado por Molloy, Malone muere y El innombrable para una editorial independiente de Buenos Aires, el narrador de este libro revela su amor por los detalles inútiles, su facilidad para irse por las ramas y su versatilidad para patear para más adelante el deber.
En su furiosa carrera hacia la procrastinación definitiva, el narrador irá acumulando ideas e historias —de médiums y campos de concentración, de fugitivos y decapitados, de autores que difaman a sus traductores y de traductores que odian a sus autores— en su persecución de Samuel Beckett, de forma que la traducción deviene en una pasión en todo sentido, incluido el etimológico: una tortura o un castigo, una manera de expiar culpas insospechadas.
Escrito con prosa afilada y un gran manejo del humor y la ironía, Matías Battistón ha compuesto una oda a esos trabajadores y trabajadoras que mueven las pequeñas ruedas de la maquinaria editorial, verdaderos héroes, la mayoría de las veces anónimos.

La madre de Beckett tenía un burro - Matías Battistón

$26.900
La madre de Beckett tenía un burro - Matías Battistón $26.900

El oficio de traducir y las dificultades hilarantes de un escritor.

Puesto a la tarea de versionar al castellano el tríptico de Samuel Beckett integrado por Molloy, Malone muere y El innombrable para una editorial independiente de Buenos Aires, el narrador de este libro revela su amor por los detalles inútiles, su facilidad para irse por las ramas y su versatilidad para patear para más adelante el deber.
En su furiosa carrera hacia la procrastinación definitiva, el narrador irá acumulando ideas e historias —de médiums y campos de concentración, de fugitivos y decapitados, de autores que difaman a sus traductores y de traductores que odian a sus autores— en su persecución de Samuel Beckett, de forma que la traducción deviene en una pasión en todo sentido, incluido el etimológico: una tortura o un castigo, una manera de expiar culpas insospechadas.
Escrito con prosa afilada y un gran manejo del humor y la ironía, Matías Battistón ha compuesto una oda a esos trabajadores y trabajadoras que mueven las pequeñas ruedas de la maquinaria editorial, verdaderos héroes, la mayoría de las veces anónimos.