Argentina, Abya Yala, la comunidad judía, Lituania en tiempo de los zares y los comienzos de la pandemia son algunos de los temas que retrata en este libro Elina Malamud con su estilo característico que combina narración y reflexión. Ilustrado con dibujos originales de REP.

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El mundo puede capturarse en una, en mil, en millones de palabras. Pero lo que diferencia a una buena pluma de otra es que en la combinación se produzca algo único, irrepetible, que hace que vayamos a buscar siempre claridad en una misma firma. En su larga trayectoria como escritora y periodista, Elina Malamud nos ha regalado un sinnúmero de veces la oportunidad de encontrarnos con el mundo que nos rodea desde un estilo que tiene tanto de novedoso como de tradicional, combinando un modo de contar las cosas, siempre fresco, confundido en el tratamiento de temas que requieren no sólo saber lo que pasó, sino también haberlo vivido. Hilandera de historias. Evocaciones del pasado e ironías del presente recoge diversos textos que nos invitan a armar una tensión entre el pasado que se engancha al presente, como al hoy que se va en fuga hacia adelante, en ese tren de historias (y de la Historia).
De nuestra Latinoamérica, evocada en el nombre Abya Yala (término guna que identifica a todo nuestro largo continente) hasta el mundo judío, de las tradiciones de los boricuas hasta la intimidad del Pésaj y la Jerusalém palestina, Malamud logra construir un libro que presenta una perspectiva acerca de lo que significa vivir, en tensiones políticas, entre guerras, pero nunca sin la sonrisa, sin el desparpajo y los sobacos agitados de quien transita (y escribe) este mundo. De ahí las notas aquí recogidas e ilustradas por los dibujos originales de Rp que contiene el presente volumen, armando un concierto especial entre letra e imagen.
Hilandera de historias es mucho más que una crónica organizada en etapas de una escritora tan cálida como irreverente. Es también un conjunto de escenas en donde los actores van variando, pero el drama o la comedia suele arribar a la misma conclusión: la vida está para recorrerla intensamente. Como señala el propio Daniel Divinsky: Todos a bordo, solían gritar los guardas de ciertos trenes en las películas norteamericanas de una época. Por supuesto, lo gritaban en inglés, pero muy bien podría ser la invocación a embarcarse en el viaje variopinto que propone Elina Malamud en este libro. Una travesía por el tiempo y por muchos espacios (del Prólogo Un viaje).