Hielo incandescente pone en órbita la mejor poesía de Verónica Pérez Arango, transitada por una franqueza en apariencia íntima, erosiva y transparente, como el amor cuando avanza despojándose.

¿Cómo puede ser/ que me despierte/ en la mitad de la noche/ y no estés acá?, pregunta una voz mientras Alan Estauce, en la oscuridad del espacio, anida un artefacto que al suspenderlo opera sobre su percepción: lejos de casa es materia flotante, un pez alado que escribe una postal y objeto de la ciencia envuelto en una esfera milagrosa, barcaza o un capullo donde escucha la música del mundo, alejándose cada vez más de lo que es, hasta adentrarse en esa pura flotación. El cielo, mirado desde la ciudad, figuraba una cápsula divina; ahora es el poema el que viaja, encapsulado, más allá de la vida en los techos.

 

Hielo Incandescente - Verónica Pérez Arango

$12.000
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Hielo Incandescente - Verónica Pérez Arango $12.000

Hielo incandescente pone en órbita la mejor poesía de Verónica Pérez Arango, transitada por una franqueza en apariencia íntima, erosiva y transparente, como el amor cuando avanza despojándose.

¿Cómo puede ser/ que me despierte/ en la mitad de la noche/ y no estés acá?, pregunta una voz mientras Alan Estauce, en la oscuridad del espacio, anida un artefacto que al suspenderlo opera sobre su percepción: lejos de casa es materia flotante, un pez alado que escribe una postal y objeto de la ciencia envuelto en una esfera milagrosa, barcaza o un capullo donde escucha la música del mundo, alejándose cada vez más de lo que es, hasta adentrarse en esa pura flotación. El cielo, mirado desde la ciudad, figuraba una cápsula divina; ahora es el poema el que viaja, encapsulado, más allá de la vida en los techos.