Reina conduce un camión frigorífico, un hombre bueno tabaja en un edificio vacío, unos chicos nadan en una pileta que puede contener una gran cantidad de agua, Roni arma una carpa bajo la lluvia, Selva lleva el correo al señor Carriego en un rastrojero, una familia va a parir, en una ciudad una masa de gente camina en el mismo sentido, unos hombres y una liebre en una foto vieja, al amanecer una chica da de comer a los caballos, otra chica da un portazo: un universo delicado,d e personajes ensimismados, hacendosos, que nosp iden silencio y sobre los que se extiende un círculo de luz hospitaliaria que nos abarca.

 

Los diez relatos, ofrendados al feminismo, son evanescentes, como tallados en el aire yv an en busa de la levedad como reaccion al peso de vivir, al decir de Calvino, para evitar que el peso de la materia nos aplaste. Como ocurre con aquiellas visiones que permiten elevarse en el aire, en una brizna de paja o una espiga como respuesta a la precaridad de la existencia, parecen decirnos que la vida es una burbuja que flota. Así deben ser leídos, en estado de levitación deseada.

Lila Gianelloni

Hemos creado una linda bestia - María Ferreyra

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Reina conduce un camión frigorífico, un hombre bueno tabaja en un edificio vacío, unos chicos nadan en una pileta que puede contener una gran cantidad de agua, Roni arma una carpa bajo la lluvia, Selva lleva el correo al señor Carriego en un rastrojero, una familia va a parir, en una ciudad una masa de gente camina en el mismo sentido, unos hombres y una liebre en una foto vieja, al amanecer una chica da de comer a los caballos, otra chica da un portazo: un universo delicado,d e personajes ensimismados, hacendosos, que nosp iden silencio y sobre los que se extiende un círculo de luz hospitaliaria que nos abarca.

 

Los diez relatos, ofrendados al feminismo, son evanescentes, como tallados en el aire yv an en busa de la levedad como reaccion al peso de vivir, al decir de Calvino, para evitar que el peso de la materia nos aplaste. Como ocurre con aquiellas visiones que permiten elevarse en el aire, en una brizna de paja o una espiga como respuesta a la precaridad de la existencia, parecen decirnos que la vida es una burbuja que flota. Así deben ser leídos, en estado de levitación deseada.

Lila Gianelloni