"Sé que te gustaría darte el lujo de enloquecer", dice María McCormick. Sus palabras se encadenan una tras otra, poema tras poema, en un zumbido continuo que queda rebotando en el cuerpo como una bola de flipper. La locura, dice, es divertidísima. "No, mentira", dice también. Y se para ahí: en el borde, en la contradicción, en el sentido y el sinsentido. Vuelve desnudade un viaje inesperado, transformada en poeta. Ana Navajas

Maria escribe y se acerca, sin saberlo, a quién más la necesita. Pone palabras a cosas que sentimos y no sabemos nombrar. Hablando de sus propios miedos se vuelve audaz y poderosa. Leer a Maria es como nadar abrazada al cuello de un delfin que se zambulle en picada hacia los temores y reflexiones mas profundas para enseguida saltar hacia lo cotidiano, el humor, los detalles y la luz. Sandra Wolman

Los poemas de Guardar Como son enérgicos y livianos a la vez, claros y frescos. Como una cascada, caen desde una altura, con un envión que los empuja de manera sostenida, y se derraman sobre el espacio de la página, largos. "Escribo como un estornudo/ viene viene viene (...) y me largo y ahí no paro". Así hacen los poemas: no paran, continúan aún después de sus últimos versos. Por eso se guardan, y cada uno se convierte en una versión o un documento provisorio (¡con fecha!) de sentimientos y de relaciones que toman forma, al reunirse, porque entran al archivo de la poesía. Paula Peyseré

GuardarComo - Maria McCormick

$10.000
GuardarComo - Maria McCormick $10.000

"Sé que te gustaría darte el lujo de enloquecer", dice María McCormick. Sus palabras se encadenan una tras otra, poema tras poema, en un zumbido continuo que queda rebotando en el cuerpo como una bola de flipper. La locura, dice, es divertidísima. "No, mentira", dice también. Y se para ahí: en el borde, en la contradicción, en el sentido y el sinsentido. Vuelve desnudade un viaje inesperado, transformada en poeta. Ana Navajas

Maria escribe y se acerca, sin saberlo, a quién más la necesita. Pone palabras a cosas que sentimos y no sabemos nombrar. Hablando de sus propios miedos se vuelve audaz y poderosa. Leer a Maria es como nadar abrazada al cuello de un delfin que se zambulle en picada hacia los temores y reflexiones mas profundas para enseguida saltar hacia lo cotidiano, el humor, los detalles y la luz. Sandra Wolman

Los poemas de Guardar Como son enérgicos y livianos a la vez, claros y frescos. Como una cascada, caen desde una altura, con un envión que los empuja de manera sostenida, y se derraman sobre el espacio de la página, largos. "Escribo como un estornudo/ viene viene viene (...) y me largo y ahí no paro". Así hacen los poemas: no paran, continúan aún después de sus últimos versos. Por eso se guardan, y cada uno se convierte en una versión o un documento provisorio (¡con fecha!) de sentimientos y de relaciones que toman forma, al reunirse, porque entran al archivo de la poesía. Paula Peyseré