El grabado es una técnica que consiste en producir una imagen a partir de la transferencia de materia. De un lado se marca y del otro se imprime. Algo similar sucede con la literatura. El espacio entre las palabras, aquello que no hace falta, se elimina para dar forma a eso que ya estaba ahí. Lo que no puede decirse de otra manera, se narra y se imprime sobre la página.

Un acérrimo antiperonista se desquita en soledad frente al televisor. Dos amantes se declaran desprecio mientras caminan por una ciudad que ni los nota. La nostalgia de un mundo que ya no es, se repite como un eco desoído entre las paredes de una casona en el barrio de Floresta. Una puerta y una claraboya se entregan a la conversación.

Fiel a su estilo, Pedro L’Eveque despliega distintas formas y recursos para que cada cuento se imponga con su propio ritmo y tonalidad. Con ciertos dejos de humor satírico, por momentos vulgar, sintético y solemne, pero también explosivo y surrealista, talla hondo en la historia argentina y revela con sutileza imágenes de belleza cinematográfica. Cada cuento es un sentir y un universo aparte, un dibujo suelto, un cuadro colgado a la vista. Al final, y como siempre, una historia que busca ser leída.

Grabados - Pedro L'Eveque

$14.000
Grabados - Pedro L'Eveque $14.000

El grabado es una técnica que consiste en producir una imagen a partir de la transferencia de materia. De un lado se marca y del otro se imprime. Algo similar sucede con la literatura. El espacio entre las palabras, aquello que no hace falta, se elimina para dar forma a eso que ya estaba ahí. Lo que no puede decirse de otra manera, se narra y se imprime sobre la página.

Un acérrimo antiperonista se desquita en soledad frente al televisor. Dos amantes se declaran desprecio mientras caminan por una ciudad que ni los nota. La nostalgia de un mundo que ya no es, se repite como un eco desoído entre las paredes de una casona en el barrio de Floresta. Una puerta y una claraboya se entregan a la conversación.

Fiel a su estilo, Pedro L’Eveque despliega distintas formas y recursos para que cada cuento se imponga con su propio ritmo y tonalidad. Con ciertos dejos de humor satírico, por momentos vulgar, sintético y solemne, pero también explosivo y surrealista, talla hondo en la historia argentina y revela con sutileza imágenes de belleza cinematográfica. Cada cuento es un sentir y un universo aparte, un dibujo suelto, un cuadro colgado a la vista. Al final, y como siempre, una historia que busca ser leída.