¿Qué hacer con los problemas que aparecen al escribir? ¿Eliminarlos? ¿Ignorarlos? Alejado del canon de la «buena escritura», este libro explora lo contrario: profundizarlos. En contra del rigor de los talleres de escritura creativa, este ensayo transforma las imperfecciones y las dificultades de la narración en oportunidades de experimentación: una especie de clase magistral donde surgen Marcel Proust, James Joyce, Samuel Beckett, César Aira y otros autores que en lugar de corregir sus errores los ensayaron una y otra vez hasta convertirlos en estilo, en el origen de una voz propia, y así develar el origen de la gran literatura. Todo esto articulado por un escritor del que Roberto Bolaño dijo que «es uno de los mejores escritores latinoamericanos vivos y somos muy pocos los que disfrutamos con ello y nos damos cuenta».

«Fallar una vez falla cualquiera; total, siempre está la corrección para encarrilarnos de nuevo y devolvernos al redil. No: hay que fallar una y otra vez, siempre, como si no hubiera otra manera de hacer las cosas. Porque la repetición es la evidencia de que la falla no depende de la voluntad; no se elige, y por lo tanto es inútil procurar aplacarla, encausarla o detenerla.» —Alan Pauls

Fallar otra vez - Alan Pauls

$16.900
Fallar otra vez - Alan Pauls $16.900

¿Qué hacer con los problemas que aparecen al escribir? ¿Eliminarlos? ¿Ignorarlos? Alejado del canon de la «buena escritura», este libro explora lo contrario: profundizarlos. En contra del rigor de los talleres de escritura creativa, este ensayo transforma las imperfecciones y las dificultades de la narración en oportunidades de experimentación: una especie de clase magistral donde surgen Marcel Proust, James Joyce, Samuel Beckett, César Aira y otros autores que en lugar de corregir sus errores los ensayaron una y otra vez hasta convertirlos en estilo, en el origen de una voz propia, y así develar el origen de la gran literatura. Todo esto articulado por un escritor del que Roberto Bolaño dijo que «es uno de los mejores escritores latinoamericanos vivos y somos muy pocos los que disfrutamos con ello y nos damos cuenta».

«Fallar una vez falla cualquiera; total, siempre está la corrección para encarrilarnos de nuevo y devolvernos al redil. No: hay que fallar una y otra vez, siempre, como si no hubiera otra manera de hacer las cosas. Porque la repetición es la evidencia de que la falla no depende de la voluntad; no se elige, y por lo tanto es inútil procurar aplacarla, encausarla o detenerla.» —Alan Pauls