El historiador riojano Víctor Hugo Robledo emprende su tarea más difícil: enfrentarse y disipar la “sombra terrible de Facundo” creada por Sarmiento y construir su propia biografía del caudillo riojano.

Redescubrir al Quiroga real no solo es un trabajo historiográfico, sino también un deber político necesario. Como afirma Hernán Brienza en el prólogo de este libro: “Describir a Facundo Quiroga es describir a un pueblo con muchos Facundos en su interior”. Robledo desarma a ese caudillo construido por la historia liberal como violento y sanguinario y revisa la mitología creada alrededor de su temido nombre: Quiroga era imbatible, había matado a un tigre a puñaladas, sus hombres, los capiangos, tenían poderes sobrehumanos y su legendario caballo Moro lo aconsejaba en las batallas. ¿Por qué entonces fue asesinado tan fácilmente en Barranca Yaco? ¿Quiénes fueron los instigadores del crimen? A partir de una pormenorizada investigación, el historiador riojano reconstruye al verdadero Tigre de Los Llanos y la trama que lo condujo al cruento final.

Facundo llegó a consolidarse como el hombre fuerte de las regiones del Noroeste y Cuyo y fue uno de los puntales del federalismo. Robledo logra con gran oficio desmitificar la barbarie federal instalada porla mirada porteña y reivindica el ideario federal de los líderes como Quiroga que combatían contra el prejuicio y la discriminación. El atentado acabaría con la vida de Facundo, sin embargo, su voz todavía perdura en favor de aquellos que luchan por una verdadera organización federal de la República Argentina.

 

El libro de Víctor Hugo Robledo recupera no solo el rigor a la hora de historizar a Quiroga, sino que lo hace desde la provincia del propio caudillo. Gana el libro así en una mirada cercana territorialmente, pero también el texto aventa cierta mirada ajena, y por ajena mitificadora, ya sea a favor o en contra, proveniente de la porteñidad. El Facundo de Robledo es un Quiroga profundamente riojano. Y en tanto riojano, indubitablemente federal.
Hernán Brienza

Facundo - Victor Hugo Robledo

$18.900
Facundo - Victor Hugo Robledo $18.900

El historiador riojano Víctor Hugo Robledo emprende su tarea más difícil: enfrentarse y disipar la “sombra terrible de Facundo” creada por Sarmiento y construir su propia biografía del caudillo riojano.

Redescubrir al Quiroga real no solo es un trabajo historiográfico, sino también un deber político necesario. Como afirma Hernán Brienza en el prólogo de este libro: “Describir a Facundo Quiroga es describir a un pueblo con muchos Facundos en su interior”. Robledo desarma a ese caudillo construido por la historia liberal como violento y sanguinario y revisa la mitología creada alrededor de su temido nombre: Quiroga era imbatible, había matado a un tigre a puñaladas, sus hombres, los capiangos, tenían poderes sobrehumanos y su legendario caballo Moro lo aconsejaba en las batallas. ¿Por qué entonces fue asesinado tan fácilmente en Barranca Yaco? ¿Quiénes fueron los instigadores del crimen? A partir de una pormenorizada investigación, el historiador riojano reconstruye al verdadero Tigre de Los Llanos y la trama que lo condujo al cruento final.

Facundo llegó a consolidarse como el hombre fuerte de las regiones del Noroeste y Cuyo y fue uno de los puntales del federalismo. Robledo logra con gran oficio desmitificar la barbarie federal instalada porla mirada porteña y reivindica el ideario federal de los líderes como Quiroga que combatían contra el prejuicio y la discriminación. El atentado acabaría con la vida de Facundo, sin embargo, su voz todavía perdura en favor de aquellos que luchan por una verdadera organización federal de la República Argentina.

 

El libro de Víctor Hugo Robledo recupera no solo el rigor a la hora de historizar a Quiroga, sino que lo hace desde la provincia del propio caudillo. Gana el libro así en una mirada cercana territorialmente, pero también el texto aventa cierta mirada ajena, y por ajena mitificadora, ya sea a favor o en contra, proveniente de la porteñidad. El Facundo de Robledo es un Quiroga profundamente riojano. Y en tanto riojano, indubitablemente federal.
Hernán Brienza