Este es un libro sobre erótica, política y lenguaje. Se trata de un canto amoroso donde se desestabiliza el modo heteropatriarcal de la sexualidad, un modo que la recorta a ciertas zonas y funciones (penes, vaginas, senos, anos) y que al hacerlo, produce el cuerpo neoliberal sobre la matriz del intercambio económico y sexual. El cuerpo lesbiano, en cambio, es una superficie, una materialidad, sin jerarquías (músculos, venas, poros, líquidos, huesos, sonidos…), una desmesura sensible tan radical que el “yo” y el “mi” se resquebrajan, se parten, estallan y se abren al encuentro.

“Sé m/i muy amada potente erguida firme sobre tus talones, que tus muslos sean de bronce, tus rodillas de barro arcilloso rojo, que tus adorables manos apoyadas sean de oro de amatista de mercurio fluido, que tu pecho sea verde y brillante con la misma consistencia que el dorso de las hojas de árbol, que tu busto sea de acero templado, tus hombros de cobre, que tus riñones sean de hierro, que tu cuello sea de plata, que tu nuca sea de estaño, que tus mejillas sean de platino, que tus ojos sean m/i preferida de plomo fundido y leche, que tu vulva sea de iridio ardiente ignífugo vehemente, que tu vulva sea, labios corazón clítoris iris azafrán de osmio oloroso refractario, sé fuerte m/i más hermosa y la más afiebrada la de grito más fuerte si m/is manos te tocan, si se rompe m/i voz cuando intenta redoblar la tuya”.
Monique Wittig

El cuerpo lesbiano - Monique Wittig

$13.200
El cuerpo lesbiano - Monique Wittig $13.200

Este es un libro sobre erótica, política y lenguaje. Se trata de un canto amoroso donde se desestabiliza el modo heteropatriarcal de la sexualidad, un modo que la recorta a ciertas zonas y funciones (penes, vaginas, senos, anos) y que al hacerlo, produce el cuerpo neoliberal sobre la matriz del intercambio económico y sexual. El cuerpo lesbiano, en cambio, es una superficie, una materialidad, sin jerarquías (músculos, venas, poros, líquidos, huesos, sonidos…), una desmesura sensible tan radical que el “yo” y el “mi” se resquebrajan, se parten, estallan y se abren al encuentro.

“Sé m/i muy amada potente erguida firme sobre tus talones, que tus muslos sean de bronce, tus rodillas de barro arcilloso rojo, que tus adorables manos apoyadas sean de oro de amatista de mercurio fluido, que tu pecho sea verde y brillante con la misma consistencia que el dorso de las hojas de árbol, que tu busto sea de acero templado, tus hombros de cobre, que tus riñones sean de hierro, que tu cuello sea de plata, que tu nuca sea de estaño, que tus mejillas sean de platino, que tus ojos sean m/i preferida de plomo fundido y leche, que tu vulva sea de iridio ardiente ignífugo vehemente, que tu vulva sea, labios corazón clítoris iris azafrán de osmio oloroso refractario, sé fuerte m/i más hermosa y la más afiebrada la de grito más fuerte si m/is manos te tocan, si se rompe m/i voz cuando intenta redoblar la tuya”.
Monique Wittig