Por qué miramos a los animales es uno de los mejores ensayos de John Berger. No hay modo, siempre volvemos a los animales, más allá de la paradójica incomprensión que esta época les ofrezca. La fábula, nada menos, nace con ellos; todo lo humano parece nacer de ellos, hasta la palabra.
Entre tanto género, entre tanta sci-fi que en realidad es más bien un realismo con efectos especiales, un realismo evasivo, Branco Troiano ha vuelto a las fuentes, para actualizarlas. El cielo de los monos es una novela que a Bioy no sólo le hubiera encantado leer sino, muy probablemente, escribir. Y quizá a Busqued también.
Buen ritmo, argumento, imágenes y escenas que Troiano despliega con lenguaje propio. Una rara novela de iniciación. Una buena noticia.