La idea de escribir este libro está aunada en la necesidad de que el relato testimonial de mi padre -mediante un diario escrito en base a los sólidos recuerdos en torno a su búsqueda empecinada para encontrarme-, ocupe un lubar destacado dentro de su contenido. Diría yo, el más importante, ya que me ha permitido articular alrededor de él mis propios recuerdos sobre aquellos duros momentos.
Reconozco que una vez concluido, siento el alivio de aquellos padecimientos secretos de la memoria y el cuerpo. Finalmente puedo librarme de esas ligaduras que me tenían aprisionado y lograr, así, saltar mi propio muro construido alrededor de estos sucesos lo que me conducen a las palabras de Jean Paul Sartre: "Importante no es lo que han hecho de nosotros, sino lo que confieso que, si en la narración de los hechos no escondo nada, tampoco hay comodidad en la descripción de los mismos. Sí en cambio mucho dolor".