Cerrá cuando te vayas acumula recuerdos pero no nostalgia; al menos, no una nostalgia suave y otoñal sino el registro del pasado lleno de sexo, violencia, incendios, aburrimiento, tipos que tragan hojas de afeitar, poetas olvidados, Travoltas de galería, Jorge Pinchevsky y el Mono Cohen, la redacción del único diario que se edita, chicos que se pajean en un cine hoy demolido, el rock como fuerza revolucionaria. Pasan los años de Onganía, Lanusse y la vuelta de Perón, también la dictadura de Videla; suena Pescado Rabioso y ya se huele la muerte, sobrevuela una ciudad que será castigada duramente. Y quizá porque le escapa al sentimentalismo es un libro triste, seco, escrito con la garganta apretada.

Por Mariana Enríquez

Cerrá cuando te vayas - Horacio Fiebelkorn

$12.900
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Cerrá cuando te vayas acumula recuerdos pero no nostalgia; al menos, no una nostalgia suave y otoñal sino el registro del pasado lleno de sexo, violencia, incendios, aburrimiento, tipos que tragan hojas de afeitar, poetas olvidados, Travoltas de galería, Jorge Pinchevsky y el Mono Cohen, la redacción del único diario que se edita, chicos que se pajean en un cine hoy demolido, el rock como fuerza revolucionaria. Pasan los años de Onganía, Lanusse y la vuelta de Perón, también la dictadura de Videla; suena Pescado Rabioso y ya se huele la muerte, sobrevuela una ciudad que será castigada duramente. Y quizá porque le escapa al sentimentalismo es un libro triste, seco, escrito con la garganta apretada.

Por Mariana Enríquez