¡Alemania, Alemania! es una novela con tres personajes sucesivos, que no paran de hablar.
Christopher es inglés. “Estoy muerto”, dice. Y repite una “ley de Pasteur”: “todos somos malos, pero sobre todo los buenos”. Aparecen y desaparecen la guerra, el nazismo, Auschwitz, Churchill, la relación entre Shakespeare y Marlowe. O la familia, que educa con la violencia y la presión.
Parsifal es alemán, mucho más violento. Tiene piernas enclenques (va en sillita de ruedas) pero brazos y dientes poderosos: destruye árboles a puñetazos y dentelladas. Habla de hombrecitos, zapatitos, muñequitas. “Nací escritor”, confiesa. Se expresa con palabras, con dibujos o collages. Al lado del dolor psíquico, el dolor físico le parece “un mal chiste alemán”.
Antoine es francés. Se considera tímido, asustadizo, mentiroso, sobre todo nervioso. Como Deleuze y Guattari habla de sucesivas Máquinas (del Tartamudeo, de la Espera, del Llanto, del Insomnio, de Ideas Negras). Dice que las facturas por pagar son el Mal. Le gusta usar el latiguillo “etcétera, etcétera”.
Felipe Polleri (1953) es uruguayo. Publicó alrededor de quince libros, entre los cuales se destacan Carnaval (1990), El alma del mundo (2005), Gran ensayo sobre Baudelaire (2007), La inocencia (2008) y Los animales de Montevideo (2015). Las numerosas voces de sus libros son la suya, una de las más originales y explosivamente filosóficas de la literatura rioplatense. En la soledad del cuarto donde se lo lee, arranca asombros y carcajadas.

Elvio E. Gandolfo

 

¡ALEMANIA ALEMANIA! - Felipe Polleri

$18.000
¡ALEMANIA ALEMANIA! - Felipe Polleri $18.000

¡Alemania, Alemania! es una novela con tres personajes sucesivos, que no paran de hablar.
Christopher es inglés. “Estoy muerto”, dice. Y repite una “ley de Pasteur”: “todos somos malos, pero sobre todo los buenos”. Aparecen y desaparecen la guerra, el nazismo, Auschwitz, Churchill, la relación entre Shakespeare y Marlowe. O la familia, que educa con la violencia y la presión.
Parsifal es alemán, mucho más violento. Tiene piernas enclenques (va en sillita de ruedas) pero brazos y dientes poderosos: destruye árboles a puñetazos y dentelladas. Habla de hombrecitos, zapatitos, muñequitas. “Nací escritor”, confiesa. Se expresa con palabras, con dibujos o collages. Al lado del dolor psíquico, el dolor físico le parece “un mal chiste alemán”.
Antoine es francés. Se considera tímido, asustadizo, mentiroso, sobre todo nervioso. Como Deleuze y Guattari habla de sucesivas Máquinas (del Tartamudeo, de la Espera, del Llanto, del Insomnio, de Ideas Negras). Dice que las facturas por pagar son el Mal. Le gusta usar el latiguillo “etcétera, etcétera”.
Felipe Polleri (1953) es uruguayo. Publicó alrededor de quince libros, entre los cuales se destacan Carnaval (1990), El alma del mundo (2005), Gran ensayo sobre Baudelaire (2007), La inocencia (2008) y Los animales de Montevideo (2015). Las numerosas voces de sus libros son la suya, una de las más originales y explosivamente filosóficas de la literatura rioplatense. En la soledad del cuarto donde se lo lee, arranca asombros y carcajadas.

Elvio E. Gandolfo