"Quien abre este libro sobre la mar es capaz de zambullirse en las entrañas del fin del mundo, abrazar la valentía de nadar, para poder sostenernos en la afirmación de que “no hay oro, sólo existe el agua y la poesía es una mentira”. Con sus palabras de desmentida y con su música, Agustina ha construido con este poemario una balsa de resistencia, un cuestionamiento sobre la inmensidad desconocida del océano, una respuesta a que el canto y el poema son lo mismo, tan real como ficticio, la marejada de la mentira frente a la pregunta de la libertad".