Velocidad crucero y otros libros reúne un conjunto de poemas representativos de la obra de Carlos Battilana. Está compuesto por un libro nuevo, Velocidad crucero y algunos poemas de tres libros anteriores, Materia, El lado ciego y Narración.

Como bien señala Jorge Monteleone, en el estudio crítico que cierra este libro, uno de los núcleos temáticos de la poesía de Battilana  es “el sentido de la paternidad y su despliegue en la familia”. A Battilana no le molesta instalarse en ese espacio incómodo, aparentemente anacrónico. Al contrario, sube la apuesta y resignifica esa zona tan afectada por los discursos convencionales y la hace brillar.  Su trabajo con el lenguaje y con la tradición poética lo ubican en un lugar personal, si lo pensamos en el marco de su generación.

 

Carlos Battilana empezó a dar a conocer sus poemas en los años noventa y mostró, desde su primer libro, que sus elecciones estéticas, que se fueron desarrollando  en  los últimos veintidós años, se ubican en un espacio reconocible y propio: recupera zonas de la lengua que fueron cayendo en desuso y apuesta por una poesía que celebra los afectos, con una originalidad que lo coloca  entre los autores imprescindibles de las recientes promociones de la poesía argentina.

Velocidad Crucero y otros libros - Carlos Battilana

$9.000
Velocidad Crucero y otros libros - Carlos Battilana $9.000

Velocidad crucero y otros libros reúne un conjunto de poemas representativos de la obra de Carlos Battilana. Está compuesto por un libro nuevo, Velocidad crucero y algunos poemas de tres libros anteriores, Materia, El lado ciego y Narración.

Como bien señala Jorge Monteleone, en el estudio crítico que cierra este libro, uno de los núcleos temáticos de la poesía de Battilana  es “el sentido de la paternidad y su despliegue en la familia”. A Battilana no le molesta instalarse en ese espacio incómodo, aparentemente anacrónico. Al contrario, sube la apuesta y resignifica esa zona tan afectada por los discursos convencionales y la hace brillar.  Su trabajo con el lenguaje y con la tradición poética lo ubican en un lugar personal, si lo pensamos en el marco de su generación.

 

Carlos Battilana empezó a dar a conocer sus poemas en los años noventa y mostró, desde su primer libro, que sus elecciones estéticas, que se fueron desarrollando  en  los últimos veintidós años, se ubican en un espacio reconocible y propio: recupera zonas de la lengua que fueron cayendo en desuso y apuesta por una poesía que celebra los afectos, con una originalidad que lo coloca  entre los autores imprescindibles de las recientes promociones de la poesía argentina.