Creo que estamos en una situación peligrosa, pero hay muchas oportunidades para el activismo y los movimientos sociales progresistas. Cómo se desarrollará depende de las decisiones que tome la gente. De cuánto nos involucremos en explotar las oportunidades que están disponibles para avanzar en muchos frentes, desde el personal e individual hasta el social e internacional. Están todas interrelacionadas, y tenemos muchas formas de actuar. NOAM CHOMSKY

¿Cómo organizarse colectivamente para superar el individualismo y el aislamiento social? ¿Cómo lograr un mecanismo que permita asociar a las personas y centrarlas en la lucha por objetivos comunes? ¿Es posible enfrentar el avance de las derechas y el proyecto neoliberal desde los movimientos progresistas y el activismo social?

Universalizar la resistencia es un libro esperanzador que propone una recuperación del activismo social y del Chomsky militante, aquel que no se percibe a primera vista. A través de su reconocida pluma y de profundas conversaciones con sus colegas y activistas Charles Derber, Sureen Moodliar y Paul Shannon, Noam comienza relatando su niñez en el seno de una familia judía, en el norte de Filadelfia, donde sufría la discriminación por parte de niños alemanes e irlandeses. Esas circunstancias difíciles lo llevaron a sentir empatía por los grupos oprimidos y consustanciarse de manera precoz con los problemas globales de aquella época, como el ingreso de Francisco Franco en Barcelona o la ocupación de París por los nazis. Ya como eminente profesor universitario de lingüística lideró las protestas contra la invasión de Estados Unidos a Vietnam y estuvo en varias oportunidades en los campos de refugiados palestinos denunciando los bombardeos indiscriminados del ejército israelí. Pese a la censura de los medios, nunca dejó de criticar la política exterior estadounidense y comprometerse en favor de los pueblos oprimidos y los movimientos sociales.

El activismo político y social crece en el mundo en distintos ámbitos. Pero se trata de militantes atomizados, reflejo de una sociedad desintegrada y anómica. Por eso, Chomsky, con una visión positiva del cambio social, propone crear lazos entre estos distintos grupos. “Es el momento propicio para tener presente la consigna que Gramsci hizo célebre: pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad. Y actuar en consecuencia, con fuerza y decisión”.

Creo que estamos en una situación peligrosa, pero hay muchas oportunidades para el activismo y los movimientos sociales progresistas. Cómo se desarrollará depende de las decisiones que tome la gente. De cuánto nos involucremos en explotar las oportunidades que están disponibles para avanzar en muchos frentes, desde el personal e individual hasta el social e internacional. Están todas interrelacionadas, y tenemos muchas formas de actuar. NOAM CHOMSKY

¿Cómo organizarse colectivamente para superar el individualismo y el aislamiento social? ¿Cómo lograr un mecanismo que permita asociar a las personas y centrarlas en la lucha por objetivos comunes? ¿Es posible enfrentar el avance de las derechas y el proyecto neoliberal desde los movimientos progresistas y el activismo social?

Universalizar la resistencia es un libro esperanzador que propone una recuperación del activismo social y del Chomsky militante, aquel que no se percibe a primera vista. A través de su reconocida pluma y de profundas conversaciones con sus colegas y activistas Charles Derber, Sureen Moodliar y Paul Shannon, Noam comienza relatando su niñez en el seno de una familia judía, en el norte de Filadelfia, donde sufría la discriminación por parte de niños alemanes e irlandeses. Esas circunstancias difíciles lo llevaron a sentir empatía por los grupos oprimidos y consustanciarse de manera precoz con los problemas globales de aquella época, como el ingreso de Francisco Franco en Barcelona o la ocupación de París por los nazis. Ya como eminente profesor universitario de lingüística lideró las protestas contra la invasión de Estados Unidos a Vietnam y estuvo en varias oportunidades en los campos de refugiados palestinos denunciando los bombardeos indiscriminados del ejército israelí. Pese a la censura de los medios, nunca dejó de criticar la política exterior estadounidense y comprometerse en favor de los pueblos oprimidos y los movimientos sociales.

El activismo político y social crece en el mundo en distintos ámbitos. Pero se trata de militantes atomizados, reflejo de una sociedad desintegrada y anómica. Por eso, Chomsky, con una visión positiva del cambio social, propone crear lazos entre estos distintos grupos. “Es el momento propicio para tener presente la consigna que Gramsci hizo célebre: pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad. Y actuar en consecuencia, con fuerza y decisión”.

Universalizar la resistencia - Noam Chomsky

$15.900
Universalizar la resistencia - Noam Chomsky $15.900

Creo que estamos en una situación peligrosa, pero hay muchas oportunidades para el activismo y los movimientos sociales progresistas. Cómo se desarrollará depende de las decisiones que tome la gente. De cuánto nos involucremos en explotar las oportunidades que están disponibles para avanzar en muchos frentes, desde el personal e individual hasta el social e internacional. Están todas interrelacionadas, y tenemos muchas formas de actuar. NOAM CHOMSKY

¿Cómo organizarse colectivamente para superar el individualismo y el aislamiento social? ¿Cómo lograr un mecanismo que permita asociar a las personas y centrarlas en la lucha por objetivos comunes? ¿Es posible enfrentar el avance de las derechas y el proyecto neoliberal desde los movimientos progresistas y el activismo social?

Universalizar la resistencia es un libro esperanzador que propone una recuperación del activismo social y del Chomsky militante, aquel que no se percibe a primera vista. A través de su reconocida pluma y de profundas conversaciones con sus colegas y activistas Charles Derber, Sureen Moodliar y Paul Shannon, Noam comienza relatando su niñez en el seno de una familia judía, en el norte de Filadelfia, donde sufría la discriminación por parte de niños alemanes e irlandeses. Esas circunstancias difíciles lo llevaron a sentir empatía por los grupos oprimidos y consustanciarse de manera precoz con los problemas globales de aquella época, como el ingreso de Francisco Franco en Barcelona o la ocupación de París por los nazis. Ya como eminente profesor universitario de lingüística lideró las protestas contra la invasión de Estados Unidos a Vietnam y estuvo en varias oportunidades en los campos de refugiados palestinos denunciando los bombardeos indiscriminados del ejército israelí. Pese a la censura de los medios, nunca dejó de criticar la política exterior estadounidense y comprometerse en favor de los pueblos oprimidos y los movimientos sociales.

El activismo político y social crece en el mundo en distintos ámbitos. Pero se trata de militantes atomizados, reflejo de una sociedad desintegrada y anómica. Por eso, Chomsky, con una visión positiva del cambio social, propone crear lazos entre estos distintos grupos. “Es el momento propicio para tener presente la consigna que Gramsci hizo célebre: pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad. Y actuar en consecuencia, con fuerza y decisión”.

Creo que estamos en una situación peligrosa, pero hay muchas oportunidades para el activismo y los movimientos sociales progresistas. Cómo se desarrollará depende de las decisiones que tome la gente. De cuánto nos involucremos en explotar las oportunidades que están disponibles para avanzar en muchos frentes, desde el personal e individual hasta el social e internacional. Están todas interrelacionadas, y tenemos muchas formas de actuar. NOAM CHOMSKY

¿Cómo organizarse colectivamente para superar el individualismo y el aislamiento social? ¿Cómo lograr un mecanismo que permita asociar a las personas y centrarlas en la lucha por objetivos comunes? ¿Es posible enfrentar el avance de las derechas y el proyecto neoliberal desde los movimientos progresistas y el activismo social?

Universalizar la resistencia es un libro esperanzador que propone una recuperación del activismo social y del Chomsky militante, aquel que no se percibe a primera vista. A través de su reconocida pluma y de profundas conversaciones con sus colegas y activistas Charles Derber, Sureen Moodliar y Paul Shannon, Noam comienza relatando su niñez en el seno de una familia judía, en el norte de Filadelfia, donde sufría la discriminación por parte de niños alemanes e irlandeses. Esas circunstancias difíciles lo llevaron a sentir empatía por los grupos oprimidos y consustanciarse de manera precoz con los problemas globales de aquella época, como el ingreso de Francisco Franco en Barcelona o la ocupación de París por los nazis. Ya como eminente profesor universitario de lingüística lideró las protestas contra la invasión de Estados Unidos a Vietnam y estuvo en varias oportunidades en los campos de refugiados palestinos denunciando los bombardeos indiscriminados del ejército israelí. Pese a la censura de los medios, nunca dejó de criticar la política exterior estadounidense y comprometerse en favor de los pueblos oprimidos y los movimientos sociales.

El activismo político y social crece en el mundo en distintos ámbitos. Pero se trata de militantes atomizados, reflejo de una sociedad desintegrada y anómica. Por eso, Chomsky, con una visión positiva del cambio social, propone crear lazos entre estos distintos grupos. “Es el momento propicio para tener presente la consigna que Gramsci hizo célebre: pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad. Y actuar en consecuencia, con fuerza y decisión”.