Poesía reunida 1988 - 2019

Única luz del mundo reúne la totalidad de los libros de poesía publicados por el autor; y más allá de lo que implica cierta totalidad en su lectura, algo queda claro, Bossi posee una relación con el lenguaje que permite-consigue elevar lo que siente a una materialidad mundana o convertir cada material mundano, cada cuerpo real en una imagen que trasciende cualquier posibilidad de racionalización. “Ahora no puedo seguir/al margen de Sigmund Freud/ y ciertas palabras me queman”, dice el poeta para agregar una súplica: ”Solo pido que me dé/ la oportunidad de que le hable/ que me deje explicarle/ la fuerza de este amor”.

En todo el libro hay luz, y posiblemente sea efectivamente la única luz del mundo, algo que ilumina desde lo vivido, desde lo no dicho, desde las imágenes que copan la infancia entre deseos y dolores, entre las caricias que no dimos, entre los sueños relegados que cada tanto arrojan alguna esquirla que por más rancia que sea sigue lastimando, y aunque parezca paradójico en esa oscuridad está la luz que Bossi deja al alcance de cada lector/a como sólo un poeta puede hacerlo: ”yo no los olvidé./ Los enterré en mi corazón/ y no están muertos,/ yo sé que no están muertos/ todavía”.

 

Única luz del mundo - Osvaldo Bossi

$39.000
Única luz del mundo - Osvaldo Bossi $39.000

Poesía reunida 1988 - 2019

Única luz del mundo reúne la totalidad de los libros de poesía publicados por el autor; y más allá de lo que implica cierta totalidad en su lectura, algo queda claro, Bossi posee una relación con el lenguaje que permite-consigue elevar lo que siente a una materialidad mundana o convertir cada material mundano, cada cuerpo real en una imagen que trasciende cualquier posibilidad de racionalización. “Ahora no puedo seguir/al margen de Sigmund Freud/ y ciertas palabras me queman”, dice el poeta para agregar una súplica: ”Solo pido que me dé/ la oportunidad de que le hable/ que me deje explicarle/ la fuerza de este amor”.

En todo el libro hay luz, y posiblemente sea efectivamente la única luz del mundo, algo que ilumina desde lo vivido, desde lo no dicho, desde las imágenes que copan la infancia entre deseos y dolores, entre las caricias que no dimos, entre los sueños relegados que cada tanto arrojan alguna esquirla que por más rancia que sea sigue lastimando, y aunque parezca paradójico en esa oscuridad está la luz que Bossi deja al alcance de cada lector/a como sólo un poeta puede hacerlo: ”yo no los olvidé./ Los enterré en mi corazón/ y no están muertos,/ yo sé que no están muertos/ todavía”.