Un escarabajo torito en el piso de baldosas, la mano infantil apoyada sobre la superficie del agua en la bañadera, como aplastándola, y los pasos del tambero del otro lado de la puerta.

Una sensación suya es una nouvelle a medio camino entre lo prosaico y lo poético, lo testimonial y lo imposible. Un relato construido por una narradora niña que registra detalles de un verano en el campo. Lo familiar se convierte en raro y se pone en primer plano lo que no se cuenta, que alterna entre la trivialidad y el horror.

Es tentador y quizás erróneo pensar que este libro es un viaje a la niñez de Sofía Saúl, porteña con familia de campos y linaje ambiguo, siempre la menor en la multitud de sus cuatro hermanos y docenas de primos. Como la protagonista de estas páginas, Sofía pasó los veranos de su niñez en las estancias de sus tíos patricios, siempre aburrida y ligeramente fuera de lugar. De todos modos, se sabe, los recuerdos son una mentira y la ficción no siempre se escribe de memoria.