Sudor frío en la nuca y en las manos, temblor, piel de gallina, mecanismo de protección y, a la vez, profundidad y oscuridad, incomprensible, el miedo es un sentimiento vital como pocos, casi un sexto sentido.
Un libro oscuro indaga en la condición poética de ese sentimiento en casi todas sus variantes: el temor, superficial y liviano, el terror, inexplicable y misterioso, el horror, visceral y lúgubre, el pánico, demencial e inestable, se manifiestan en esta antología encarnados en criaturas poéticas del más allá (como fantasmas, vampiros, espíritus) o simplemente introduciéndose en el poema como la ráfaga fría y con olor a azufre que se cuela por la ventana y eriza la espalda. La sorpresa puede ser letal, y suele agazaparse simplemente en un recurso o en una figura, retórica o sombra que huye por el pasillo. Ya se sabe: los poetas son seres sensibles, que perciben muchas veces más allá que el resto de los mortales, o al menos que nosotros, los aviesos lectores que buscamos en sus versos razones para lo insondable. Como dice Florencia Castellano en el prólogo: ‘La inmortalidad está en la temática. El ínteres por lo oscuro siempre resucita en los libros porque lleva a que el lector indague en lo amenazante, las transformaciones, lo inesperado, lo otro, la muerte, la locura, todos grandes problemas.’ Bienvenido, lector, a este breve paseo por la oscuridad.

 

Un libro oscuro: 105 poemas negros - Florencia Castellano (Comp.)

$15.500
Un libro oscuro: 105 poemas negros - Florencia Castellano (Comp.) $15.500

Sudor frío en la nuca y en las manos, temblor, piel de gallina, mecanismo de protección y, a la vez, profundidad y oscuridad, incomprensible, el miedo es un sentimiento vital como pocos, casi un sexto sentido.
Un libro oscuro indaga en la condición poética de ese sentimiento en casi todas sus variantes: el temor, superficial y liviano, el terror, inexplicable y misterioso, el horror, visceral y lúgubre, el pánico, demencial e inestable, se manifiestan en esta antología encarnados en criaturas poéticas del más allá (como fantasmas, vampiros, espíritus) o simplemente introduciéndose en el poema como la ráfaga fría y con olor a azufre que se cuela por la ventana y eriza la espalda. La sorpresa puede ser letal, y suele agazaparse simplemente en un recurso o en una figura, retórica o sombra que huye por el pasillo. Ya se sabe: los poetas son seres sensibles, que perciben muchas veces más allá que el resto de los mortales, o al menos que nosotros, los aviesos lectores que buscamos en sus versos razones para lo insondable. Como dice Florencia Castellano en el prólogo: ‘La inmortalidad está en la temática. El ínteres por lo oscuro siempre resucita en los libros porque lleva a que el lector indague en lo amenazante, las transformaciones, lo inesperado, lo otro, la muerte, la locura, todos grandes problemas.’ Bienvenido, lector, a este breve paseo por la oscuridad.