El deseo materno y el estrago en la relación madre-hija

2° ed.  

Este libro no está exento de riesgos. De peligros anunciados, temidos, de fantasmas que pueden comandar una vida. Ya que Un dique contra la madre se encarga de esa precisa relación que se tiene con una de las personas más importantes de nuestra existencia. “La madre, figura que ha sido engalanada con las mayores valías y también causa de primordiales sufrimientos, dio cabida al enredo que la variedad de lecturas psicoanalíticas han ido precipitando. Fantasma o presencia. Devoradora o suficientemente buena. Capricho o protección. Superyó devastador o deseo” nos introduce desde el primer prólogo Arturo V. Frydman.

Un libro sobre la relación con la madre, pero además una intensa interrogación sobre el concepto lacaniano de estrago. Pocas veces se ha visto un trabajo tan exhaustivo (surgido de su exitosa tesis), tan claro y tan útil, como una necesaria guía sobre el tema. Lo más importante lo anuncia Juana San Román en el segundo prólogo: “En ningún momento de su recorrido, este libro sobre el estrago intenta obturar con un diagnóstico, con un saber cerrado, este concepto. Precisamente lo contrario, deja abiertos todos los interrogantes que se nos presentan en la clínica psicoanalítica, en el caso por caso, en estas modalidades del deseo, del amor y del goce”. 

Porque este libro –nos sigue diciendo Frydman– propone sus planteos desde la clínica: “… la indagación que nos entrega María Soledad Miloz, se motiva en una cuestión clínica: las dificultades de los analizantes con sus madres. Este punto de partida es su brújula y su marco…”.  

Un dique contra la madre es a la vez un recorrido clínico, un trabajo de investigación, un compromiso con la actualidad de este difícil concepto. No podría ser de otra manera, dada la responsabilidad que se tiene al encarar esta relación. Una relación de amor, de deseo, de goce… “… ¿qué estatuto darle al amor, al goce y al deseo de la madre? ¿Qué lugar darle al amor, al goce y al deseo de la mujer que hay en la madre? ¿Tienen la misma estructura “lo femenino” y “lo materno”? ¿Qué función atribuirle en la constitución subjetiva a cada uno de estos conceptos?” pregunta Juana San Román. Porque desarrollar el concepto de estrago es también incursionar sobre lo femenino. Es abrir el psicoanálisis nuevamente a la revisión crítica de su edificio teórico. Es interrogar los fundamentos. Es no librarse del riesgo de ser devorados… para producir, tal vez, un gran avance. Si eso es posible. 

Nicolás Cerruti

Un dique contra la madre - María Soledad Miloz

$12.700
Un dique contra la madre - María Soledad Miloz $12.700

El deseo materno y el estrago en la relación madre-hija

2° ed.  

Este libro no está exento de riesgos. De peligros anunciados, temidos, de fantasmas que pueden comandar una vida. Ya que Un dique contra la madre se encarga de esa precisa relación que se tiene con una de las personas más importantes de nuestra existencia. “La madre, figura que ha sido engalanada con las mayores valías y también causa de primordiales sufrimientos, dio cabida al enredo que la variedad de lecturas psicoanalíticas han ido precipitando. Fantasma o presencia. Devoradora o suficientemente buena. Capricho o protección. Superyó devastador o deseo” nos introduce desde el primer prólogo Arturo V. Frydman.

Un libro sobre la relación con la madre, pero además una intensa interrogación sobre el concepto lacaniano de estrago. Pocas veces se ha visto un trabajo tan exhaustivo (surgido de su exitosa tesis), tan claro y tan útil, como una necesaria guía sobre el tema. Lo más importante lo anuncia Juana San Román en el segundo prólogo: “En ningún momento de su recorrido, este libro sobre el estrago intenta obturar con un diagnóstico, con un saber cerrado, este concepto. Precisamente lo contrario, deja abiertos todos los interrogantes que se nos presentan en la clínica psicoanalítica, en el caso por caso, en estas modalidades del deseo, del amor y del goce”. 

Porque este libro –nos sigue diciendo Frydman– propone sus planteos desde la clínica: “… la indagación que nos entrega María Soledad Miloz, se motiva en una cuestión clínica: las dificultades de los analizantes con sus madres. Este punto de partida es su brújula y su marco…”.  

Un dique contra la madre es a la vez un recorrido clínico, un trabajo de investigación, un compromiso con la actualidad de este difícil concepto. No podría ser de otra manera, dada la responsabilidad que se tiene al encarar esta relación. Una relación de amor, de deseo, de goce… “… ¿qué estatuto darle al amor, al goce y al deseo de la madre? ¿Qué lugar darle al amor, al goce y al deseo de la mujer que hay en la madre? ¿Tienen la misma estructura “lo femenino” y “lo materno”? ¿Qué función atribuirle en la constitución subjetiva a cada uno de estos conceptos?” pregunta Juana San Román. Porque desarrollar el concepto de estrago es también incursionar sobre lo femenino. Es abrir el psicoanálisis nuevamente a la revisión crítica de su edificio teórico. Es interrogar los fundamentos. Es no librarse del riesgo de ser devorados… para producir, tal vez, un gran avance. Si eso es posible. 

Nicolás Cerruti