Tumulto es un libro corrosivo. Es la poesía erótica, poderosa y revolucionaria de un trabajador. Publicado originalmente por la editorial anarquista IMÁN, en 1935, con ilustraciones de Demetrio Urruchúa, obtuvo uno de los premios en el prestigioso Concurso Municipal de Literatura de la Ciudad de Buenos Aires de ese mismo año. El escritor César Tiempo, miembro del jurado a la vez que amigo de José Portogalo, había logrado con astucia novelesca que la obra quedara consagrada en la historia. 

Se vivía el clima opresivo de los años 30, y la reacción –al conocerse el resultado del concurso– no se hizo esperar. El intendente de Buenos Aires, el político conservador y literato Mariano de Vedia y Mitre, prohibió el libro y ordenó a los agentes municipales retirar los ejemplares de las librerías. Inició una agotadora persecución judicial sobre Portogalo, acusándolo de «ultraje al pudor», por la cual perdió el poeta su carta de ciudadanía, debiendo abandonar primero la ciudad, y más tarde el país. Tumulto había estallado en las narices de quienes mantenían, mediante el fraude, el control del poder político y la entrega económica de la Argentina. Eran, asimismo, los enemigos explícitos del libro. 

Tumulto es una obra visionaria. Todavía nos toca su ritmo, sus giros repentinos, su frescura. Esta primera reedición, fiel en su formato a la original, es el pasaporte a uno de los secretos mejor guardados de la literatura argentina.

José Portogalo (seudónimo de José Ananía) nació en 1904 en el pueblo de Savelli, Italia. A los 4 años de edad, emigró con su madre a la Argentina. Trabajó desde niño en los más variados oficios. Fue lustrabotas, vendedor de diarios, florista, vendedor ambulante de pescado fresco (junto a su padrastro, de quien tomó el apellido Portogalo), pintor, bailarín profesional de tango y más tarde, a principios de la década de 1930, portero de escuela. 

De este último puesto, fue expulsado en 1936 a consecuencia de la publicación de Tumulto, su segundo y más famoso libro de poesía. El acoso y las sucesivas causas judiciales que sufrió a raíz del libro, lo obligaron a abandonar Buenos Aires. Vivió un tiempo en Rosario, y luego, con la amenaza que para su libertad representó el golpe militar de 1943, se exilió en Montevideo. 

Transcurridos algunos años, pudo regresar a la Argentina. 

La gira había sido auspiciado por el Partido Comunista, al que Portogalo pertenecía por entonces, y en cuya sociabilidad había encontrado, a lo largo del tiempo, grandes amigos y referentes poéticos, como el caso de Raúl González Tuñón, Juan L. Ortiz, Cesar Tiempo y el cubano Nicolás Guillén.

José Portogalo falleció en Buenos Aires en el año 1973. Entre su extensa producción poética, plasmada en libros, se cuentan: Tregua (1933), Tumulto (1935), Centinela de sangre (1937), Canción para el día sin miedo (1939), Destino del canto (1942), Luz liberada (1947), Sal de la tierra (1949), Mundo del acordeón (1949), Perduración de la fábula (1952), Poemas con habitantes (1955), Letra para Juan Tango (1958), la antología Poemas (1933-1955) (1961), Tango (1963) y el póstumo Los pájaros ciegos y otros poemas (1982).

Tumulto - José Portogalo

$16.500
Tumulto - José Portogalo $16.500

Tumulto es un libro corrosivo. Es la poesía erótica, poderosa y revolucionaria de un trabajador. Publicado originalmente por la editorial anarquista IMÁN, en 1935, con ilustraciones de Demetrio Urruchúa, obtuvo uno de los premios en el prestigioso Concurso Municipal de Literatura de la Ciudad de Buenos Aires de ese mismo año. El escritor César Tiempo, miembro del jurado a la vez que amigo de José Portogalo, había logrado con astucia novelesca que la obra quedara consagrada en la historia. 

Se vivía el clima opresivo de los años 30, y la reacción –al conocerse el resultado del concurso– no se hizo esperar. El intendente de Buenos Aires, el político conservador y literato Mariano de Vedia y Mitre, prohibió el libro y ordenó a los agentes municipales retirar los ejemplares de las librerías. Inició una agotadora persecución judicial sobre Portogalo, acusándolo de «ultraje al pudor», por la cual perdió el poeta su carta de ciudadanía, debiendo abandonar primero la ciudad, y más tarde el país. Tumulto había estallado en las narices de quienes mantenían, mediante el fraude, el control del poder político y la entrega económica de la Argentina. Eran, asimismo, los enemigos explícitos del libro. 

Tumulto es una obra visionaria. Todavía nos toca su ritmo, sus giros repentinos, su frescura. Esta primera reedición, fiel en su formato a la original, es el pasaporte a uno de los secretos mejor guardados de la literatura argentina.

José Portogalo (seudónimo de José Ananía) nació en 1904 en el pueblo de Savelli, Italia. A los 4 años de edad, emigró con su madre a la Argentina. Trabajó desde niño en los más variados oficios. Fue lustrabotas, vendedor de diarios, florista, vendedor ambulante de pescado fresco (junto a su padrastro, de quien tomó el apellido Portogalo), pintor, bailarín profesional de tango y más tarde, a principios de la década de 1930, portero de escuela. 

De este último puesto, fue expulsado en 1936 a consecuencia de la publicación de Tumulto, su segundo y más famoso libro de poesía. El acoso y las sucesivas causas judiciales que sufrió a raíz del libro, lo obligaron a abandonar Buenos Aires. Vivió un tiempo en Rosario, y luego, con la amenaza que para su libertad representó el golpe militar de 1943, se exilió en Montevideo. 

Transcurridos algunos años, pudo regresar a la Argentina. 

La gira había sido auspiciado por el Partido Comunista, al que Portogalo pertenecía por entonces, y en cuya sociabilidad había encontrado, a lo largo del tiempo, grandes amigos y referentes poéticos, como el caso de Raúl González Tuñón, Juan L. Ortiz, Cesar Tiempo y el cubano Nicolás Guillén.

José Portogalo falleció en Buenos Aires en el año 1973. Entre su extensa producción poética, plasmada en libros, se cuentan: Tregua (1933), Tumulto (1935), Centinela de sangre (1937), Canción para el día sin miedo (1939), Destino del canto (1942), Luz liberada (1947), Sal de la tierra (1949), Mundo del acordeón (1949), Perduración de la fábula (1952), Poemas con habitantes (1955), Letra para Juan Tango (1958), la antología Poemas (1933-1955) (1961), Tango (1963) y el póstumo Los pájaros ciegos y otros poemas (1982).