“Si alguna vez este manuscrito se publicase, ¡cuántos tontos alzarán sus voces contra la lascivia y contra los principios de moral y de metafísica que contiene! Responderé a esos tontos, a esas máquinas pesadamente organizadas, a esa especie de autómatas, acostumbrados a pensar con los pensamientos ajenos, que hacen una u otra cosa sólo porque se les indica que lo hagan, que todo lo que he escrito está basado en el razonamiento libre de todo prejuicio.

Lo repito una vez más a ustedes, censores atrabiliarios: no pensamos como queremos. El alma no posee voluntad, no está determinada sino por las sensaciones, por la materia. La razón nos ilumina, pero no nos determina en absoluto. El amor propio es el móvil de todas nuestras determinaciones. La felicidad depende de la conformación de los órganos, de la educación, de las sensaciones externas, y las leyes humanas son tales que el hombre sólo puede ser feliz observándolas, viviendo honestamente.”

Teresa filósofa - Anónimo

$16.900
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“Si alguna vez este manuscrito se publicase, ¡cuántos tontos alzarán sus voces contra la lascivia y contra los principios de moral y de metafísica que contiene! Responderé a esos tontos, a esas máquinas pesadamente organizadas, a esa especie de autómatas, acostumbrados a pensar con los pensamientos ajenos, que hacen una u otra cosa sólo porque se les indica que lo hagan, que todo lo que he escrito está basado en el razonamiento libre de todo prejuicio.

Lo repito una vez más a ustedes, censores atrabiliarios: no pensamos como queremos. El alma no posee voluntad, no está determinada sino por las sensaciones, por la materia. La razón nos ilumina, pero no nos determina en absoluto. El amor propio es el móvil de todas nuestras determinaciones. La felicidad depende de la conformación de los órganos, de la educación, de las sensaciones externas, y las leyes humanas son tales que el hombre sólo puede ser feliz observándolas, viviendo honestamente.”