Para adentrarnos en la historia, en su contratapa, Germán Amato nos cuenta que "en Temporada de pejerreyes el conurbano aparece con toda su potencia y complejidad de disputa simbólica. Gregorio, personaje con el que comienza esta novela polifónica, podría ser una reelaboración actual del Ismael de Moby Dick, con una dosis del Quijote: quiere que las cosas salgan bien, arreglar lo torcido, y para eso se zambulle en cada desafío aunque a pocos le importe el hacer correcto en un lugar tan abandonado. También está Dolores que podría ser un capitán Ahab que pierde, en vez de una pierna, a un ser muy querido. Su barco es su casa natal viniéndose a pique. Y, en vez de una ballena blanca, hay un Gran Pez que es el conurbano. Como una Moby Dick suburbana, todo lo cuida y al mismo tiempo lo destroza, lo deglute y lo transforma para que nazca de nuevo, lo distinto, como dice una banda conocida, es para bailar hoy en la nave del olvido. Olvido, no como desmemoria, sino como descanso de lo vivido, para recrear hasta el infinito las pequeñas perlas que nos permiten seguir adelante".

Temporada de pejerreyes - Belén Longo

$28.000
Temporada de pejerreyes - Belén Longo $28.000

Para adentrarnos en la historia, en su contratapa, Germán Amato nos cuenta que "en Temporada de pejerreyes el conurbano aparece con toda su potencia y complejidad de disputa simbólica. Gregorio, personaje con el que comienza esta novela polifónica, podría ser una reelaboración actual del Ismael de Moby Dick, con una dosis del Quijote: quiere que las cosas salgan bien, arreglar lo torcido, y para eso se zambulle en cada desafío aunque a pocos le importe el hacer correcto en un lugar tan abandonado. También está Dolores que podría ser un capitán Ahab que pierde, en vez de una pierna, a un ser muy querido. Su barco es su casa natal viniéndose a pique. Y, en vez de una ballena blanca, hay un Gran Pez que es el conurbano. Como una Moby Dick suburbana, todo lo cuida y al mismo tiempo lo destroza, lo deglute y lo transforma para que nazca de nuevo, lo distinto, como dice una banda conocida, es para bailar hoy en la nave del olvido. Olvido, no como desmemoria, sino como descanso de lo vivido, para recrear hasta el infinito las pequeñas perlas que nos permiten seguir adelante".