“No terminó la primaria. Y mirá que acá le dan el título a cualquiera. Siempre con el pucho en la mano, parada en la vereda. Siempre metiéndose en la vida de la gente porque ella es incapaz de ver lo suyo, con decirte que a Arioli ella... y... ¿qué querés que te diga nene? Ella lo debe toquetear un poco... lo manosea... un manoseo y ese hombre ya con eso queda satisfecho como quien dice. Si hoy en día los tipos van buscando eso... es una mujer podrida... no digo que no ordenara bien, porque lo suyo era una cáscara... ella ordenar, ordenaba. Ahora limpiar, lim-piar, lo que se dice limpiar, no. Con decirte que cuando vos te ponías a ver en detalle en los rincones del vestuario, los zócalos del buffet... ¡ay la mugre!... ¡Y qué mugre!... Además, decime una cosa... ¿Cómo te parece a vos que podés venir, a esa edad y con ese cuerpo –porque ella es un trompo y tiene una busarda de vino y pan...– cómo te parece a vos que podés venir ni más ni menos que con un top todo tijereteado y pollerita corta que parece una compañera mía del María Auxiliadora que falleció hace unos años de ahogo? Noooo, escuchame, ¿dónde se vio eso? Además, se supo por Caballo Desbocado –porque a pesar de sus dificultades el hombre se hizo entender– que ella trabaja en Las Maravillas. En Las Maravillas, atendeme el nivel. ¿Y qué, vos vas a tener de empleada, aunque sea de limpieza, a una mujer con ese pedigrí? Ahora...cómo supo Caballo Desbocado que ella es puta de pucho firme, digamos... no me lo preguntes. Se ve que el hombre... vamos a decir... frecuenta Las Maravillas... Y no me extraña. Semejante animal ¿dónde va a ir a parar?”

Te arrancan la cabeza - Franco Torchia

$19.800
Te arrancan la cabeza - Franco Torchia $19.800

“No terminó la primaria. Y mirá que acá le dan el título a cualquiera. Siempre con el pucho en la mano, parada en la vereda. Siempre metiéndose en la vida de la gente porque ella es incapaz de ver lo suyo, con decirte que a Arioli ella... y... ¿qué querés que te diga nene? Ella lo debe toquetear un poco... lo manosea... un manoseo y ese hombre ya con eso queda satisfecho como quien dice. Si hoy en día los tipos van buscando eso... es una mujer podrida... no digo que no ordenara bien, porque lo suyo era una cáscara... ella ordenar, ordenaba. Ahora limpiar, lim-piar, lo que se dice limpiar, no. Con decirte que cuando vos te ponías a ver en detalle en los rincones del vestuario, los zócalos del buffet... ¡ay la mugre!... ¡Y qué mugre!... Además, decime una cosa... ¿Cómo te parece a vos que podés venir, a esa edad y con ese cuerpo –porque ella es un trompo y tiene una busarda de vino y pan...– cómo te parece a vos que podés venir ni más ni menos que con un top todo tijereteado y pollerita corta que parece una compañera mía del María Auxiliadora que falleció hace unos años de ahogo? Noooo, escuchame, ¿dónde se vio eso? Además, se supo por Caballo Desbocado –porque a pesar de sus dificultades el hombre se hizo entender– que ella trabaja en Las Maravillas. En Las Maravillas, atendeme el nivel. ¿Y qué, vos vas a tener de empleada, aunque sea de limpieza, a una mujer con ese pedigrí? Ahora...cómo supo Caballo Desbocado que ella es puta de pucho firme, digamos... no me lo preguntes. Se ve que el hombre... vamos a decir... frecuenta Las Maravillas... Y no me extraña. Semejante animal ¿dónde va a ir a parar?”