En el Diccionario crítico de mitos y símbolos del nazismo, Rosa Sala Rose consigna a Miguel Serrano (1917-2009) como uno de los neonazis a destacar. Pero Serrano fue, además de neonazi, escritor y sobrino del poeta creacionista Vicente Huidobro, diplomático chileno amigo de Ezra Pound y Hermann Hesse, y uno de los renovadores de la cosmovisión nazi en el mundo después de la derrota militar de Hitler. Su obra es singular y poderosa: de la novela de viaje al panfleto político, pasando por el esoterismo y la autobiografía. Una producción difícil de fijar en un solo lugar (que circuló en Argentina y en otros países), y aún menos su vida, que tuvo muchas peripecias políticas y personales, literarias y espirituales.El Serrano que describe Gonzalo León es y no es el de carne y hueso. Es, ante todo, un personaje literario que está inserto en una ficción. Conversando con su amigo y compañero de ruta Enrique Zorrilla, recordando el pasado, evadiéndose para transportarse en el tiempo y revisitar los paisajes de su vida, incluso su nacimiento y su muerte. Serrano no funciona con las leyes de la historia o del periodismo. Se inscribe, como en una puesta en abismo, en el universo hierático de la ficción.En el último tiempo se han escrito muchas novelas sobre escritores. Sin embargo, León dedica esta historia atomizada que no solamente reconstruye a Serrano, sino que habla de él mismo y de la literatura de su país. La gracia de esta novela-ensayo es que retrata a un escritor doblemente marginal, porque no es la figura central de la literatura chilena y porque sus ideas lo convierten en alguien odiado, fuera de rango, prohibido en el oprobio.

Nicolás Moguilevsky

Serrano - Gonzalo León

$19.800
Serrano - Gonzalo León $19.800

En el Diccionario crítico de mitos y símbolos del nazismo, Rosa Sala Rose consigna a Miguel Serrano (1917-2009) como uno de los neonazis a destacar. Pero Serrano fue, además de neonazi, escritor y sobrino del poeta creacionista Vicente Huidobro, diplomático chileno amigo de Ezra Pound y Hermann Hesse, y uno de los renovadores de la cosmovisión nazi en el mundo después de la derrota militar de Hitler. Su obra es singular y poderosa: de la novela de viaje al panfleto político, pasando por el esoterismo y la autobiografía. Una producción difícil de fijar en un solo lugar (que circuló en Argentina y en otros países), y aún menos su vida, que tuvo muchas peripecias políticas y personales, literarias y espirituales.El Serrano que describe Gonzalo León es y no es el de carne y hueso. Es, ante todo, un personaje literario que está inserto en una ficción. Conversando con su amigo y compañero de ruta Enrique Zorrilla, recordando el pasado, evadiéndose para transportarse en el tiempo y revisitar los paisajes de su vida, incluso su nacimiento y su muerte. Serrano no funciona con las leyes de la historia o del periodismo. Se inscribe, como en una puesta en abismo, en el universo hierático de la ficción.En el último tiempo se han escrito muchas novelas sobre escritores. Sin embargo, León dedica esta historia atomizada que no solamente reconstruye a Serrano, sino que habla de él mismo y de la literatura de su país. La gracia de esta novela-ensayo es que retrata a un escritor doblemente marginal, porque no es la figura central de la literatura chilena y porque sus ideas lo convierten en alguien odiado, fuera de rango, prohibido en el oprobio.

Nicolás Moguilevsky