Curso de teoría general II
 
Por fin es posible descubrir y rehabilitar nuestro mundo interno y revalorizar nuestros fines internos más íntimos, profundos y, a la vez, recíprocos y sociales. Es una posibilidad abierta de manera innovadora y clamorosa por las ciencias cognitivas y por la psicología, que evocan y recuerdan las mejores lecciones de la filosofía y, sobre todo, que encuentran maravillosas confirmaciones en muchas experiencias cotidianas de las que somos protagonistas.

Este descubrimiento y rehabilitación son posibles y necesarios precisamente en esta época, marcada más que nunca por la obsesión de lo externo, llegando a convertir la muerte en espectáculo, a confiar nuestras facultades y nuestros sentidos a las máquinas, a negar la aspiración humana más natural: ser felices juntos.

Las tragedias de la condición humana se ven agravadas por la decadencia del pensamiento, de las ideas y de las instituciones dominantes, pero, como en otras ocasiones en el pasado, es precisamente luchando y sustrayéndose a estas miserias como las personas pueden tomar conciencia y poner a la obra sus propias esencias, sus propias capacidades de relacionarse, sus propias cualidades sentimentales para, de manera inmediata, mejorar la vida en común. 

Seres relacionales y sentimentales - Darío Renzi

$20.000
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Curso de teoría general II
 
Por fin es posible descubrir y rehabilitar nuestro mundo interno y revalorizar nuestros fines internos más íntimos, profundos y, a la vez, recíprocos y sociales. Es una posibilidad abierta de manera innovadora y clamorosa por las ciencias cognitivas y por la psicología, que evocan y recuerdan las mejores lecciones de la filosofía y, sobre todo, que encuentran maravillosas confirmaciones en muchas experiencias cotidianas de las que somos protagonistas.

Este descubrimiento y rehabilitación son posibles y necesarios precisamente en esta época, marcada más que nunca por la obsesión de lo externo, llegando a convertir la muerte en espectáculo, a confiar nuestras facultades y nuestros sentidos a las máquinas, a negar la aspiración humana más natural: ser felices juntos.

Las tragedias de la condición humana se ven agravadas por la decadencia del pensamiento, de las ideas y de las instituciones dominantes, pero, como en otras ocasiones en el pasado, es precisamente luchando y sustrayéndose a estas miserias como las personas pueden tomar conciencia y poner a la obra sus propias esencias, sus propias capacidades de relacionarse, sus propias cualidades sentimentales para, de manera inmediata, mejorar la vida en común.