La primera novela de Eduardo Halfon, Saturno, es una pequeña joya por primera vez editada en la Argentina. En esta carta, un narrador desquiciado lelamenta y reprocha sus silencios a un padre severo y devorador. 
La carta al padre ya es todo un género literario. En este primer libro de Eduardo Halfon, o como él lo llama, su primer llanto, el narrador se dirige a ese padre rígido e hiriente en una y no es casual que esta misiva envenenada se llame Saturno.
El planeta que rige el temperamento melancólico está asociado con la agresividad del padre hacia su progenie -nunca dejará de inquietarnos la imagen de Saturno devorando a su hijo pintada magistralmente por Goya-, pero también es ese mismo humor el que se vincula con el arte y la filosofía. Desde la pregunta aristotélica ¿Por qué todo ser excepcional es melancólico?, este temperamento ha considerado al mundo desde la perspectiva de su ruina, y desde ahí se alza la voz singular de la creación.
Halfon conforma con maestría una colección exquisita de artistas unidos por su afección a la muerte. Plath, Pizarnik, Hemingway, Mishima, Pavese y muchos más encuentran en este libro su relato y su epitafio. Será en esta doble acepción de Saturno, entre el impulso fagocitador y la excepción a la norma, entre la pulsión de muerte y la imaginación, donde se crea el terreno para la buena literatura.

Saturno - Eduardo Halfon

$10.000
Saturno - Eduardo Halfon $10.000

La primera novela de Eduardo Halfon, Saturno, es una pequeña joya por primera vez editada en la Argentina. En esta carta, un narrador desquiciado lelamenta y reprocha sus silencios a un padre severo y devorador. 
La carta al padre ya es todo un género literario. En este primer libro de Eduardo Halfon, o como él lo llama, su primer llanto, el narrador se dirige a ese padre rígido e hiriente en una y no es casual que esta misiva envenenada se llame Saturno.
El planeta que rige el temperamento melancólico está asociado con la agresividad del padre hacia su progenie -nunca dejará de inquietarnos la imagen de Saturno devorando a su hijo pintada magistralmente por Goya-, pero también es ese mismo humor el que se vincula con el arte y la filosofía. Desde la pregunta aristotélica ¿Por qué todo ser excepcional es melancólico?, este temperamento ha considerado al mundo desde la perspectiva de su ruina, y desde ahí se alza la voz singular de la creación.
Halfon conforma con maestría una colección exquisita de artistas unidos por su afección a la muerte. Plath, Pizarnik, Hemingway, Mishima, Pavese y muchos más encuentran en este libro su relato y su epitafio. Será en esta doble acepción de Saturno, entre el impulso fagocitador y la excepción a la norma, entre la pulsión de muerte y la imaginación, donde se crea el terreno para la buena literatura.