¿Cómo diablos a un oscuro vendedor de seguros se le ocurrió traducir una de las obras capitales del modernismo literario europeo? ¿Cómo diablos a un editor como Rueda se le ocurrió publicar esa traducción? Podemos conjeturar que el primer libro de Petersen [El traductor del Ulises Salas Subirat: la desconocida historia del argentino que tradujo la obra maestra de Joyce] procuraba responder el primero de estos interrogantes. Pero quedaba por responder el segundo, y para eso había que explorar quién había sido en verdad Santiago Rueda. […]
No voy a adelantar ni menos evaluar los contenidos del libro [...] Sólo decir que acaso su mayor logro resulte la combinación de una mirada curiosa, periodística, con la capacidad analítica de quien conoce –o se ha preocupado por conocer– el amplio territorio de la cultura que nos constituye. Quiero decir que una cosa es saber cuándo y dónde inició sus actividades la editorial y otra, muy distinta, es explicar qué significaba para el campo literario argentino que un sello tradujera, desde 1940, casi toda la obra del escritor bávaro Jakob Wassermann, y que de esa obra participaran al menos nueve traductores. Cuando un investigador comienza una tarea de esta envergadura, es comprensible que se multipliquen las dudas y los temores. Así los manifiesta Lucas Petersen en su “Introducción”: “Temía no poder darle la espesura vital ni el abordaje poco culposo entre historiografía y ensayo literario que creía que una historia así podía necesitar”. Esa “espesura” y ese “abordaje” son, en efecto, las virtudes sobresalientes que este libro exhibe, y que los lectores sabrán disfrutar.

[del prólogo de José Luis de Diego]

 

SANTIAGO RUEDA Edición, vanguardia e intuición - Lucas Petersen

$17.000
SANTIAGO RUEDA Edición, vanguardia e intuición - Lucas Petersen $17.000

¿Cómo diablos a un oscuro vendedor de seguros se le ocurrió traducir una de las obras capitales del modernismo literario europeo? ¿Cómo diablos a un editor como Rueda se le ocurrió publicar esa traducción? Podemos conjeturar que el primer libro de Petersen [El traductor del Ulises Salas Subirat: la desconocida historia del argentino que tradujo la obra maestra de Joyce] procuraba responder el primero de estos interrogantes. Pero quedaba por responder el segundo, y para eso había que explorar quién había sido en verdad Santiago Rueda. […]
No voy a adelantar ni menos evaluar los contenidos del libro [...] Sólo decir que acaso su mayor logro resulte la combinación de una mirada curiosa, periodística, con la capacidad analítica de quien conoce –o se ha preocupado por conocer– el amplio territorio de la cultura que nos constituye. Quiero decir que una cosa es saber cuándo y dónde inició sus actividades la editorial y otra, muy distinta, es explicar qué significaba para el campo literario argentino que un sello tradujera, desde 1940, casi toda la obra del escritor bávaro Jakob Wassermann, y que de esa obra participaran al menos nueve traductores. Cuando un investigador comienza una tarea de esta envergadura, es comprensible que se multipliquen las dudas y los temores. Así los manifiesta Lucas Petersen en su “Introducción”: “Temía no poder darle la espesura vital ni el abordaje poco culposo entre historiografía y ensayo literario que creía que una historia así podía necesitar”. Esa “espesura” y ese “abordaje” son, en efecto, las virtudes sobresalientes que este libro exhibe, y que los lectores sabrán disfrutar.

[del prólogo de José Luis de Diego]