"No hablamos hace meses. Nunca me pediste perdón ni me explicarte qué pasó. Yo logré dejar de hacerme todos los días la pregunta de por qué me hiciste eso. Estoy en mi casa, tirada en la cama, y me llama Ramiro. Me dice que están yendo a tu campo a sacar fotos para la película que van a hacer para Diseño II y me pregunta si quiero acompañarlos. No lo pienso. Me pongo las zapatillas y bajo. Vamos hasta all{a. Fumamos porro. Me cuentan de su película. No la entiendo y me parece malísima, pero igual los ayudo. Caminamos por nuos pastizales que van a ningún lado. Ramiro va adelante, a metros de nosotros, se hace el guía aventurero. Me agarrás la mano y me decís despacito que vos le pediste a Ramiro que me llamara para buscarme porque me extrañás. También me decís: "Me cuestan mucho estas cosas, pero yo a vos te quiero mucho"". 

¿Por qué nos encaprichamos tanto con alguien hasta el punto de sentirnos, más que enamorados, locos? ¿Qué extrañoa acecha para, después de un encuentro de cuarenta segundos, amargarnos la existencia por años? En estas páginas se rastrea la normalidad y su fisura, la admiración da paso al deseo y que da paso al dolor. Es una novela sobre querer querer y querer partir.