Cosmopoética del refugio I

Pensar es una danza. No se puede bailar con articulaciones escleróticas, con músculos completamente rígidos o incluso tetanizados. La flexibilidad que requiere el pensamiento vivo (el movimiento de torsión de la liana), en sintonía con los temas que aborda, no la proporcionan las fórmulas estereotipadas, los eslóganes y las expresiones fetiche, los razonamientos binarios y las nuevas escolásticas militantes, sino la creatividad del lenguaje, los usos imprevistos y fecundos del cuerpo del lengua.
Por eso, las lianas me resultan menos significativas que su “lianografía”, su costumbre de desbaratar la cartografía de los amos abriendo inesperadas líneas de vida entre las distintas alturas y entidades del bosque.
En su movimiento para arrancarse de la gravedad (del “peso de la historia”) - uprising - las lianas segregan gestos de ruptura con las coordenadas de la supuesta “Realidad”: el There Is No Alternative del orden neoliberal.
“Hay tirar la existencia del pelo”, proclama el poeta kongo Sony Labou Tansi en L’acte de respirer (El acto de respirar). Y en efecto, cuando te ves relegado al subsuelo de la humanidad en forma de “mineral negro” (René Depestre), sólo hay un movimiento imposible que pueda levantarte.
Cuando se le pidió a Hijikata Tatsumi que definiera el butoh -la «danza de las tinieblas”-, lo describió de la siguiente manera: “¡es un cadáver que se levanta arriesgando su propia existencia!”
“Tal vez el atropello que merezca llamarse Antropoceno sea la destrucción de lugares y tiempos de refugio para los pueblos humanos y otras criaturas”, dice Donna Haraway de nuestra situación actual.
Hoy no sólo debemos dar testimonio del “atropello”, dar testimonio de la ofensa, dar testimonio de las mil y una heridas infligidas a nuestras existencias, sino también pasar a la “ofensiva”.
No debemos quedarnos a la defensiva, sino tomar la iniciativa abrazando la potencia de los comienzos: el empuje de la savia, el yacimiento de la fuente de agua, el surgimiento del magma.

Fragmento de ¿QUIÉN PUEDE CONTENERLAS?
Escrito por Dénètem Touam Bona

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Al tiempo de una mueca, otra sabiduría puede convertir la carcajada en dolor. Desarmar los centros del mundo también es posible cuando desconfiamos de la linealidad de una dirección o de una pertenencia. Somos de aquí, de Argentina. Y, también, cada una a su manera, no lo somos. Decir o hacer decir, más bien, “algo” que pudiera, sino, no ser dicho.
Porque como nos advierte Dénètem, desde el comienzo “Los bosques tropicales rara vez ofrecen vistas despejadas: ¡es imposible dominarlos con la mirada!”.
Este libro ofrece la experiencia de un espacio estriado, de una visión que no pretende abarcarlo todo, de un movimiento que sigue a otro movimiento, que provoca un sonido que se escurre en una fuga vegetal.

La sabiduría de las lianas nos invita a establecer alianzas entre formas de vida “menores”.

Y, ahí, donde las imágenes son también formas del sonido, sobre todo, ahí: en la escritura y durante la traducción, nos encontramos. En la sabiduría de lo desalineado se hizo espacio a la sabiduría de las lianas. Y, así, nos abrimos paso para la creación de lugares de camuflaje y de auto-reconstrucción.

Fragmento PRÓLOGO. ENLIANARNOS
Escrito por Marie Bardet, Andrea Pellegrini y Josefina Zuain

Sabiduría de las lianas - Denetem Touam Bona

$28.000
Sabiduría de las lianas - Denetem Touam Bona $28.000

 Cosmopoética del refugio I

Pensar es una danza. No se puede bailar con articulaciones escleróticas, con músculos completamente rígidos o incluso tetanizados. La flexibilidad que requiere el pensamiento vivo (el movimiento de torsión de la liana), en sintonía con los temas que aborda, no la proporcionan las fórmulas estereotipadas, los eslóganes y las expresiones fetiche, los razonamientos binarios y las nuevas escolásticas militantes, sino la creatividad del lenguaje, los usos imprevistos y fecundos del cuerpo del lengua.
Por eso, las lianas me resultan menos significativas que su “lianografía”, su costumbre de desbaratar la cartografía de los amos abriendo inesperadas líneas de vida entre las distintas alturas y entidades del bosque.
En su movimiento para arrancarse de la gravedad (del “peso de la historia”) - uprising - las lianas segregan gestos de ruptura con las coordenadas de la supuesta “Realidad”: el There Is No Alternative del orden neoliberal.
“Hay tirar la existencia del pelo”, proclama el poeta kongo Sony Labou Tansi en L’acte de respirer (El acto de respirar). Y en efecto, cuando te ves relegado al subsuelo de la humanidad en forma de “mineral negro” (René Depestre), sólo hay un movimiento imposible que pueda levantarte.
Cuando se le pidió a Hijikata Tatsumi que definiera el butoh -la «danza de las tinieblas”-, lo describió de la siguiente manera: “¡es un cadáver que se levanta arriesgando su propia existencia!”
“Tal vez el atropello que merezca llamarse Antropoceno sea la destrucción de lugares y tiempos de refugio para los pueblos humanos y otras criaturas”, dice Donna Haraway de nuestra situación actual.
Hoy no sólo debemos dar testimonio del “atropello”, dar testimonio de la ofensa, dar testimonio de las mil y una heridas infligidas a nuestras existencias, sino también pasar a la “ofensiva”.
No debemos quedarnos a la defensiva, sino tomar la iniciativa abrazando la potencia de los comienzos: el empuje de la savia, el yacimiento de la fuente de agua, el surgimiento del magma.

Fragmento de ¿QUIÉN PUEDE CONTENERLAS?
Escrito por Dénètem Touam Bona

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Al tiempo de una mueca, otra sabiduría puede convertir la carcajada en dolor. Desarmar los centros del mundo también es posible cuando desconfiamos de la linealidad de una dirección o de una pertenencia. Somos de aquí, de Argentina. Y, también, cada una a su manera, no lo somos. Decir o hacer decir, más bien, “algo” que pudiera, sino, no ser dicho.
Porque como nos advierte Dénètem, desde el comienzo “Los bosques tropicales rara vez ofrecen vistas despejadas: ¡es imposible dominarlos con la mirada!”.
Este libro ofrece la experiencia de un espacio estriado, de una visión que no pretende abarcarlo todo, de un movimiento que sigue a otro movimiento, que provoca un sonido que se escurre en una fuga vegetal.

La sabiduría de las lianas nos invita a establecer alianzas entre formas de vida “menores”.

Y, ahí, donde las imágenes son también formas del sonido, sobre todo, ahí: en la escritura y durante la traducción, nos encontramos. En la sabiduría de lo desalineado se hizo espacio a la sabiduría de las lianas. Y, así, nos abrimos paso para la creación de lugares de camuflaje y de auto-reconstrucción.

Fragmento PRÓLOGO. ENLIANARNOS
Escrito por Marie Bardet, Andrea Pellegrini y Josefina Zuain