Los viajeros que recorrieron en la época colonial el actual territorio argentino, tienen ganado un puesto en el conocimiento de nuestra historia. No se puede prescindir de sus juicios, apreciaciones, informes o referencias, acerca del estado político, social, militar o religioso en el momento en que visitaron el Río de la Plata. Ofrecen en sus relatos coloridas pinceladas de la vida colonial.
Acarette du Biscay realizó dos viajes al Río de la Plata. El primero, bien determinado, se inicia a fines de diciembre de 1657, finalizándolo en Buenos Aires a los ciento cinco días de navegación, entre los meses de marzo o abril del año siguiente. Recorrió luego la ruta desde el Plata hasta Potosí, y vuelto a Buenos Aires partió de regreso en mayo de 1659, arribando a Santander con algún retraso, a causa de la colaboración que debió prestar en la isla de Fernando de Noronha a la nao holandesa del capitán Isaac de Brac.
El segundo viaje de Acarette, sin licencia real y con el pretexto de perseguir a los lusitanos en las costas brasileñas, se verificó sin fecha precisa, si bien sabemos que tuvo lugar durante el gobierno de Alonso Mercado y Villacorta (1660-1663).
Las alternativas de estos dos viajes de Acarette constituyen “uno de los más fieles reflejos de la realidad en la época en que visitara a Buenos Aires, haciendo descripción amena de la ciudad y su campaña, habitantes y costumbres, aportando a la vez valiosas informaciones sobre el aspecto económico”. Sin duda, el relato de este viajero conserva su interés documental acerca del primer siglo de colonización en el Río de la Plata y Alto Perú.

Relación de un viaje al Río de la Plata y de allí por tierra al Perú - Acarette du Biscay

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Los viajeros que recorrieron en la época colonial el actual territorio argentino, tienen ganado un puesto en el conocimiento de nuestra historia. No se puede prescindir de sus juicios, apreciaciones, informes o referencias, acerca del estado político, social, militar o religioso en el momento en que visitaron el Río de la Plata. Ofrecen en sus relatos coloridas pinceladas de la vida colonial.
Acarette du Biscay realizó dos viajes al Río de la Plata. El primero, bien determinado, se inicia a fines de diciembre de 1657, finalizándolo en Buenos Aires a los ciento cinco días de navegación, entre los meses de marzo o abril del año siguiente. Recorrió luego la ruta desde el Plata hasta Potosí, y vuelto a Buenos Aires partió de regreso en mayo de 1659, arribando a Santander con algún retraso, a causa de la colaboración que debió prestar en la isla de Fernando de Noronha a la nao holandesa del capitán Isaac de Brac.
El segundo viaje de Acarette, sin licencia real y con el pretexto de perseguir a los lusitanos en las costas brasileñas, se verificó sin fecha precisa, si bien sabemos que tuvo lugar durante el gobierno de Alonso Mercado y Villacorta (1660-1663).
Las alternativas de estos dos viajes de Acarette constituyen “uno de los más fieles reflejos de la realidad en la época en que visitara a Buenos Aires, haciendo descripción amena de la ciudad y su campaña, habitantes y costumbres, aportando a la vez valiosas informaciones sobre el aspecto económico”. Sin duda, el relato de este viajero conserva su interés documental acerca del primer siglo de colonización en el Río de la Plata y Alto Perú.