“Durante años he tenido la creencia de que todas mis preguntas serán respondidas por los libros que estoy leyendo. Los libros, sin embargo, solo llevan a otros libros”.

En Querida amiga, desde mi vida te escribo a tu vida Yiyun Li entrelaza memorias y relatos personales con un recorrido por los escritores que la acompañaron durante su vida. Con la idea de que “cualquier mente joven tiene que enamorarse de un libro alguna vez para aprender a leer”, la autora relata sus primeras lecturas, cómo llegó a esos autores y los efectos que tuvieron en ella. También disecciona su manera de leer, en la que los diarios y cartas de escritores tienen un rol fundamental: “He abandonado muchas novelas que me aburrieron pero nunca he dejado a la mitad el recorrido de un escritor en cartas o diarios”.

Yiyun Li parece preguntarse por la escritura y la lectura como una forma de indagar sobre cuestiones fundamentales: ¿por qué se resiste a escribir sobre su madre?, ¿cuáles son las implicancias de abandonar la lengua materna en la escritura y en los recuerdos?, ¿de qué sirven los relatos que armamos sobre nosotros mismos?, ¿es posible establecer un límite entre la ficción y la escritura autobiográfica?, ¿es escribir una forma de evitar el contacto o un intento por establecer un diálogo?  

Acompañada de escritores como Katherine Mansfield, Virginia Woolf, Søren Kierkegaard y Philip Larkin, la autora plantea preguntas que se replican hasta el infinito para condensar quizás una única certeza: que la literatura puede ser un consuelo en medio del dolor y el sufrimiento. 

Querida amiga, desde mi vida te escribo a tu vida - Yiyun Li

$18.000
Querida amiga, desde mi vida te escribo a tu vida - Yiyun Li $18.000

“Durante años he tenido la creencia de que todas mis preguntas serán respondidas por los libros que estoy leyendo. Los libros, sin embargo, solo llevan a otros libros”.

En Querida amiga, desde mi vida te escribo a tu vida Yiyun Li entrelaza memorias y relatos personales con un recorrido por los escritores que la acompañaron durante su vida. Con la idea de que “cualquier mente joven tiene que enamorarse de un libro alguna vez para aprender a leer”, la autora relata sus primeras lecturas, cómo llegó a esos autores y los efectos que tuvieron en ella. También disecciona su manera de leer, en la que los diarios y cartas de escritores tienen un rol fundamental: “He abandonado muchas novelas que me aburrieron pero nunca he dejado a la mitad el recorrido de un escritor en cartas o diarios”.

Yiyun Li parece preguntarse por la escritura y la lectura como una forma de indagar sobre cuestiones fundamentales: ¿por qué se resiste a escribir sobre su madre?, ¿cuáles son las implicancias de abandonar la lengua materna en la escritura y en los recuerdos?, ¿de qué sirven los relatos que armamos sobre nosotros mismos?, ¿es posible establecer un límite entre la ficción y la escritura autobiográfica?, ¿es escribir una forma de evitar el contacto o un intento por establecer un diálogo?  

Acompañada de escritores como Katherine Mansfield, Virginia Woolf, Søren Kierkegaard y Philip Larkin, la autora plantea preguntas que se replican hasta el infinito para condensar quizás una única certeza: que la literatura puede ser un consuelo en medio del dolor y el sufrimiento.