1Hay un ritmo de los libros de poesía argentina post 2000 que parecen naturalmente autobiográficos: no estamos preparados para la fantasía, para la metamorfosis, para el simulacro. Éste es un libro que proviene de la simulación, no de la autobiografía. Tiene esa zona, pero dialectiza la autobiografía, la pone de un modo estético, es decir agregándole mentira. Los poemas rayanan la locura: ¿qué pasa si la voz está loca y nosotros somos la racionalidad? Prendan el horno es como “se viene un festejo”: una invitación a pensar la libertad de la literatura. Hay algo comunitario en eso. Es un libro valiente que rompe el pacto un poco empastado de la literatura argentina de la empatía entre el texto y el lector. Piensa la poesía como un lugar de incomodidad, de antipatía, pero una antipatía que genera un invento de realidad. Esta escritura sobre la imaginación vuelve al libro un objeto extraño, en el hueso de algo: la fantasía se puede terminar, reventar, producir una hecatombe que puede llevar a una fantasía mejor.

Juan Laxagueborde

Prendan el horno - Martina Juncadella

$10.800
Prendan el horno - Martina Juncadella $10.800

1Hay un ritmo de los libros de poesía argentina post 2000 que parecen naturalmente autobiográficos: no estamos preparados para la fantasía, para la metamorfosis, para el simulacro. Éste es un libro que proviene de la simulación, no de la autobiografía. Tiene esa zona, pero dialectiza la autobiografía, la pone de un modo estético, es decir agregándole mentira. Los poemas rayanan la locura: ¿qué pasa si la voz está loca y nosotros somos la racionalidad? Prendan el horno es como “se viene un festejo”: una invitación a pensar la libertad de la literatura. Hay algo comunitario en eso. Es un libro valiente que rompe el pacto un poco empastado de la literatura argentina de la empatía entre el texto y el lector. Piensa la poesía como un lugar de incomodidad, de antipatía, pero una antipatía que genera un invento de realidad. Esta escritura sobre la imaginación vuelve al libro un objeto extraño, en el hueso de algo: la fantasía se puede terminar, reventar, producir una hecatombe que puede llevar a una fantasía mejor.

Juan Laxagueborde