"Lo que siento lo escribo. Acepto el destino". Con tradución de José Ioskyn, Griselda García Editora acaba de lanzar la poesía reunida de la poeta nacida en Minas Gerais en 1935.

"Adélia Prado representa tal vez la voz poética más reconocida de Brasil en la actualidad. Su obra fue recibida con entusiasmo desde su primera publicación, cuando en 1976, a los cuarenta años, publicó su libro Bagaje. A partir de ese inicio tardío su influencia se ha ido afirmando hasta convertirla en una figura pública. Sin embargo su poesía no es simple, el lenguaje no es llano, sus ideas no son fácilmente asimilables" escribe -en el prólogo a la obra reunida que acaba de publicar Griselda  García Editora- José Ioskyn, su traductor.

De ese tomo, compartimos tres poemas de la autora nacida en Minas Gerais en 1935:  

 

Con licencia poética

Cuando nací un ángel esbelto,

de esos que tocan la trompeta, anunció:

va a ser abanderada.

Cargo muy pesado para una mujer,

esta especie todavía avergonzada.

Acepto los subterfugios que me caben,

sin necesidad de mentir.

No soy tan fea que no me pueda casar,

encuentro a Río de Janeiro una belleza y

a veces sí, a veces no, creo en el parto sin dolor.

Pero lo que siento lo escribo. Acepto el destino.

Inauguro linajes, fundo reinos

– dolor no es amargura.

Mi tristeza no tiene pedigrí,

sin embargo mis ganas de alegría,

sus raíces llegan hasta mi abuelo mil.

Ser fallido en la vida es maldición para el hombre.

La mujer es desdoblable. Yo soy.

 

Poesía reunida - Adélia Prado

$20.000
Poesía reunida - Adélia Prado $20.000

"Lo que siento lo escribo. Acepto el destino". Con tradución de José Ioskyn, Griselda García Editora acaba de lanzar la poesía reunida de la poeta nacida en Minas Gerais en 1935.

"Adélia Prado representa tal vez la voz poética más reconocida de Brasil en la actualidad. Su obra fue recibida con entusiasmo desde su primera publicación, cuando en 1976, a los cuarenta años, publicó su libro Bagaje. A partir de ese inicio tardío su influencia se ha ido afirmando hasta convertirla en una figura pública. Sin embargo su poesía no es simple, el lenguaje no es llano, sus ideas no son fácilmente asimilables" escribe -en el prólogo a la obra reunida que acaba de publicar Griselda  García Editora- José Ioskyn, su traductor.

De ese tomo, compartimos tres poemas de la autora nacida en Minas Gerais en 1935:  

 

Con licencia poética

Cuando nací un ángel esbelto,

de esos que tocan la trompeta, anunció:

va a ser abanderada.

Cargo muy pesado para una mujer,

esta especie todavía avergonzada.

Acepto los subterfugios que me caben,

sin necesidad de mentir.

No soy tan fea que no me pueda casar,

encuentro a Río de Janeiro una belleza y

a veces sí, a veces no, creo en el parto sin dolor.

Pero lo que siento lo escribo. Acepto el destino.

Inauguro linajes, fundo reinos

– dolor no es amargura.

Mi tristeza no tiene pedigrí,

sin embargo mis ganas de alegría,

sus raíces llegan hasta mi abuelo mil.

Ser fallido en la vida es maldición para el hombre.

La mujer es desdoblable. Yo soy.