En el espacio más amplio de la poesía hispanoamericana la modalidad de la poesía de Girri también resultó atípica e inasimilable. Poeta, único y peculiar por más de un motivo, no es el menor de ellos el que su obra, a lo largo de muchos años, haya ido decantándose y perfeccionándose, a contracorriente de la tradición latinoamericana de poetas jóvenes, escribió César Aira en su Diccionario de autores latinoamericanos, reconociendo que los poemas de la madurez eran aun mejores que los de la juventud. Esta justa observación tal vez se deba menos al perfeccionamiento de un oficio, que a la creciente y estricta autorreflexión sobre el poema que no tiene demasiadas semejanzas con otros poetas hispanoamericanos, al menos en su vastedad y su rigurosa continuidad. Esto hace que no sea posible elegir claramente uno o dos grandes libros de Girri a expensas de los otros, como puede hacerse con muchos grandes poetas. La obra poética de Girri exige la totalidad, porque ha sido pensada como una progresión o una parábola donde siempre el verdadero motivo es el poema, para usar una de sus más felices expresiones. No obstante es posible apreciar en esa parábola ciertos hitos.

Poemas selectos - Alberto Girri

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En el espacio más amplio de la poesía hispanoamericana la modalidad de la poesía de Girri también resultó atípica e inasimilable. Poeta, único y peculiar por más de un motivo, no es el menor de ellos el que su obra, a lo largo de muchos años, haya ido decantándose y perfeccionándose, a contracorriente de la tradición latinoamericana de poetas jóvenes, escribió César Aira en su Diccionario de autores latinoamericanos, reconociendo que los poemas de la madurez eran aun mejores que los de la juventud. Esta justa observación tal vez se deba menos al perfeccionamiento de un oficio, que a la creciente y estricta autorreflexión sobre el poema que no tiene demasiadas semejanzas con otros poetas hispanoamericanos, al menos en su vastedad y su rigurosa continuidad. Esto hace que no sea posible elegir claramente uno o dos grandes libros de Girri a expensas de los otros, como puede hacerse con muchos grandes poetas. La obra poética de Girri exige la totalidad, porque ha sido pensada como una progresión o una parábola donde siempre el verdadero motivo es el poema, para usar una de sus más felices expresiones. No obstante es posible apreciar en esa parábola ciertos hitos.