Leticia trae noticias atávicas de un mundo que ya no existe, pero que al leerlas o escucharlas, tocan una fibra íntima, común, colectiva, social, que implica el uso que se hace de la memoria, una memoria también compartida, en tiempos, estos tiempos, en los que la memoria colectiva se pone en cuestión desde un individualismo reaccionario. Heredera de una prosapia ilustre, Leticia escribe buscando y reconociendo un territorio propio, personal, que logra conformar una constelación de personajes en los que todavía es posible reconocerse.

En este puñado de cuentos Leticia Manauta hace un recorrido a paso de mujer siguiendo el rastro de una memoria consciente de la experiencia. Es también una posible historia de lo perdido y de lo que perdura a pesar de los cambios versátiles y bursátiles del mundo. En Pasional se pone en juego la activación del recuerdo de personas y vidas que son narradas con la paciencia de quien cuenta para que alguien escuche o lea. Es una serie de cuentos organizados en tres triadas y un bonus track. Territorio, política, vínculos fraternales son los temas que los cuentos tratan. Una organización caprichosa y pasional que Leticia hace con un tremendo oído anecdótico y sensible sobre la identidad más genuina, la identidad social como iguales con derechos adquiridos por la lucha y bregando por las mismas oportunidades. En estos cuentos se les da voz a diversos narradores: un cura jesuita, una mujer madura que se apasiona por un joven veinte años menor, el duelo de la muerte de Evita en la mirada de un pibe, el recuerdo que dos tíos y una tía dejaron en sus sobrinos, la infancia del Che Guevara contada por la chica que lo cuidaba.

Leticia escribe un relato lateral, el doble bies de la historia, acontecimientos, vidas y personajes comunes que entregados a sus pasiones lograron inspirar a otros, incluso a millones. Leticia escribe, como quería Hebe Uhart, como si estuviera traduciendo una voz interior. A pesar de la variedad de personajes hay en verdad una sola voz, la voz del recuerdo, la voz de la memoria, esa huella sensible y frondosa a la que podemos apelar cuando sentimos el vacilar de las cosas. Leticia sabe que las pasiones sobreviven a la muerte del olvido porque se las registra para después compartirlas. Ese es el rito que siempre funciona. Dice Ronsino leyendo a Piglia que lee a Borges: oír un relato que se pueda escribir, escribir un relato que se pueda contar en voz alta. Con Pasional Leticia Manauta reconoce su propio territorio, el de la memoria y la literatura.

Pasional - Leticia Manauta

$22.000
Pasional - Leticia Manauta $22.000

 Leticia trae noticias atávicas de un mundo que ya no existe, pero que al leerlas o escucharlas, tocan una fibra íntima, común, colectiva, social, que implica el uso que se hace de la memoria, una memoria también compartida, en tiempos, estos tiempos, en los que la memoria colectiva se pone en cuestión desde un individualismo reaccionario. Heredera de una prosapia ilustre, Leticia escribe buscando y reconociendo un territorio propio, personal, que logra conformar una constelación de personajes en los que todavía es posible reconocerse.

En este puñado de cuentos Leticia Manauta hace un recorrido a paso de mujer siguiendo el rastro de una memoria consciente de la experiencia. Es también una posible historia de lo perdido y de lo que perdura a pesar de los cambios versátiles y bursátiles del mundo. En Pasional se pone en juego la activación del recuerdo de personas y vidas que son narradas con la paciencia de quien cuenta para que alguien escuche o lea. Es una serie de cuentos organizados en tres triadas y un bonus track. Territorio, política, vínculos fraternales son los temas que los cuentos tratan. Una organización caprichosa y pasional que Leticia hace con un tremendo oído anecdótico y sensible sobre la identidad más genuina, la identidad social como iguales con derechos adquiridos por la lucha y bregando por las mismas oportunidades. En estos cuentos se les da voz a diversos narradores: un cura jesuita, una mujer madura que se apasiona por un joven veinte años menor, el duelo de la muerte de Evita en la mirada de un pibe, el recuerdo que dos tíos y una tía dejaron en sus sobrinos, la infancia del Che Guevara contada por la chica que lo cuidaba.

Leticia escribe un relato lateral, el doble bies de la historia, acontecimientos, vidas y personajes comunes que entregados a sus pasiones lograron inspirar a otros, incluso a millones. Leticia escribe, como quería Hebe Uhart, como si estuviera traduciendo una voz interior. A pesar de la variedad de personajes hay en verdad una sola voz, la voz del recuerdo, la voz de la memoria, esa huella sensible y frondosa a la que podemos apelar cuando sentimos el vacilar de las cosas. Leticia sabe que las pasiones sobreviven a la muerte del olvido porque se las registra para después compartirlas. Ese es el rito que siempre funciona. Dice Ronsino leyendo a Piglia que lee a Borges: oír un relato que se pueda escribir, escribir un relato que se pueda contar en voz alta. Con Pasional Leticia Manauta reconoce su propio territorio, el de la memoria y la literatura.