París-la-política es un texto parásito, compuesto por fragmentos que se desplazan y generan nuevos sentidos a cada encuentro, una suerte de caleidoscopio desviado que dibuja entre metáforas el paisaje político de la heterosexualidad.


vic sfriso
traductor*

 

El texto de Wittig está acompañado, y así re-situado, por un “Prólogo” de la activista y escritora tortillera val flores y una “Nota de traducción” de sfrizo que cartografían el territorio local en el que se pone a rodar este texto-intervención. (...)

“París, la política” es una obra de ciencia f(ri)cción feminista en la que se suceden una serie de escenas-metáforas que, en clave grotesca y paródica, ofrece una mirada sagaz y nos incita a probar el gusto amargo de la política feminista francesa, protagonizada por personajes tiránicos y cruentos como “las judas”, o fanatizados e idólatras como “las celosas”. La colección de fragmentos sutura una crítica política punzante y un arduo trabajo experimental con la escritura y la gramática (al que se han dedicado con obstinación las obras de ficción de Wittig).

La seguidilla de imágenes (des)compone un potente y erosivo campo de reflexión en torno a las prácticas y los discursos feministas, sobre cuyas vísceras ha rumiado con lasciva insistencia la política escritural wittigiana. Como señala val flores en el prólogo: “Con una ironía feroz y lapidaria, Wittig implosiona la arquitectura corporal de un modo de hacer política, en el que ella misma estuvo implicada y que, de algún modo, alentó. A través de una serie de fragmentos aferrados al fracaso y al destrozo lubrica una crítica incisiva a un fanatismo esclerotizado en un credo militante que aúlla que los colmillos de la “manada” también desgarran hacia adentro.”

El sanguinario “carnaval” (feminista) que inaugura la obra; la descripción cruda de “las judas”, “las celosas”, “las extranjeras” y “las ocupantes de sillas pequeñas” (entre otras); las preguntas filosas y las torsiones lingüísticas que se cuelan en esta ficción; nos contagian la asfixia y el dolor que experimenta Wittig frente a cierto modo cruento y excluyente del hacer político. “Las tripas explotan una detrás de la otra. Si se trata de las tripas, ahora han estallado todas y cuelgan”, escribe Wittig, mientras su pluma expone las vísceras ensangrentadas de la política feminista post mayo francés. En este texto, nada parece quedar en pie (ni la propia Wittig), y el escalpelo literario se clava en la carne herida de un feminismo citadino que huele a fracasos, tiranías y crueldades intestinas.

En estas páginas, lejos de toda mirada romantizada o piadosa, lx lectorx se abismará a oler los gestos hediondos y las miserias extendidas que también, lo queramos admitir o no, atraviesan nuestras prácticas y sueños feministas, aquí y ahora.

Vir Cano

París-la-política - Monique Wittig

$11.000
París-la-política - Monique Wittig $11.000

París-la-política es un texto parásito, compuesto por fragmentos que se desplazan y generan nuevos sentidos a cada encuentro, una suerte de caleidoscopio desviado que dibuja entre metáforas el paisaje político de la heterosexualidad.


vic sfriso
traductor*

 

El texto de Wittig está acompañado, y así re-situado, por un “Prólogo” de la activista y escritora tortillera val flores y una “Nota de traducción” de sfrizo que cartografían el territorio local en el que se pone a rodar este texto-intervención. (...)

“París, la política” es una obra de ciencia f(ri)cción feminista en la que se suceden una serie de escenas-metáforas que, en clave grotesca y paródica, ofrece una mirada sagaz y nos incita a probar el gusto amargo de la política feminista francesa, protagonizada por personajes tiránicos y cruentos como “las judas”, o fanatizados e idólatras como “las celosas”. La colección de fragmentos sutura una crítica política punzante y un arduo trabajo experimental con la escritura y la gramática (al que se han dedicado con obstinación las obras de ficción de Wittig).

La seguidilla de imágenes (des)compone un potente y erosivo campo de reflexión en torno a las prácticas y los discursos feministas, sobre cuyas vísceras ha rumiado con lasciva insistencia la política escritural wittigiana. Como señala val flores en el prólogo: “Con una ironía feroz y lapidaria, Wittig implosiona la arquitectura corporal de un modo de hacer política, en el que ella misma estuvo implicada y que, de algún modo, alentó. A través de una serie de fragmentos aferrados al fracaso y al destrozo lubrica una crítica incisiva a un fanatismo esclerotizado en un credo militante que aúlla que los colmillos de la “manada” también desgarran hacia adentro.”

El sanguinario “carnaval” (feminista) que inaugura la obra; la descripción cruda de “las judas”, “las celosas”, “las extranjeras” y “las ocupantes de sillas pequeñas” (entre otras); las preguntas filosas y las torsiones lingüísticas que se cuelan en esta ficción; nos contagian la asfixia y el dolor que experimenta Wittig frente a cierto modo cruento y excluyente del hacer político. “Las tripas explotan una detrás de la otra. Si se trata de las tripas, ahora han estallado todas y cuelgan”, escribe Wittig, mientras su pluma expone las vísceras ensangrentadas de la política feminista post mayo francés. En este texto, nada parece quedar en pie (ni la propia Wittig), y el escalpelo literario se clava en la carne herida de un feminismo citadino que huele a fracasos, tiranías y crueldades intestinas.

En estas páginas, lejos de toda mirada romantizada o piadosa, lx lectorx se abismará a oler los gestos hediondos y las miserias extendidas que también, lo queramos admitir o no, atraviesan nuestras prácticas y sueños feministas, aquí y ahora.

Vir Cano