Nunca fuimos invisibles, y sin embargo...

En todas las épocas, la historia nos lo muestra, existieron mujeres capaces de destacarse hasta en las más patriarcales de las sociedades; ellas pelearon por un lugar, por un nombre propio. Y lo consiguieron. Tanto lo consiguieron que no hubo quien pudiera borrarlas, aunque por esas pocas hubo muchas que no se atrevieron ni a pensar por sí mismas.

Los textos de este libro son actuales, y sin embargo…

La distinción en los roles de acuerdo al género, algo que se viene repitiendo como patrón de una generación a otra, sigue siendo modelo. Así, y a pesar de la inmensa lucha femenina, todavía hoy se pueden ver las mismas y tradicionales prácticas de distribución de actividades. Y esto sigue limitando a la mujer, tanto en la vida familiar como en el campo laboral. (…)

Estas páginas de No somos invisibles están pobladas íntegramente por mujeres, mujeres que escriben sobre otras mujeres o sobre ellas mismas: mujeres que cuentan historias de mujeres que sueñan, de mujeres que ni sueñan ya, de mujeres que cumplen sueños de otros.